Reino Unido prohíbe la venta de vapeadores desechables
La prohibición busca reducir el consumo de estos dispositivos en jóvenes y menores de edad así como disminuir el impacto medioambiental

Close up on a man exhaling vapor from an electronic cigarette

Desde este domingo, Reino Unido prohíbe la venta y suministro de vapeadores desechables, una medida con la que las autoridades sanitarias tratan de reducir el acceso de los jóvenes al vapeo y los residuos que generan estos dispositivos.
Dicha prohibición fue una propuesta del último Gobierno conservador, que el actual Ejecutivo laborista, liderado por Keir Starmer, decidió sacar adelante cuando llegó al poder en julio de 2024. A esta medida se le unirá en octubre de 2026 una tarifa fija de 2,20 libras (2,62 euros) por cada 10 mililitros de líquido para vapeadores.
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Con el cambio en las Normas Comerciales, a las empresas se les dio seis meses para prepararse al cambio vendiendo cualquier stock existente. No obstante, aquellos que continúen vendiéndolos se arriesgan multas superiores a las 200 libras (240 euros) e incautaciones de productos, ilegaliza la venta o suministro de cualquier vapeador que no cuente con una batería recargable.
Ya están surgiendo alternativas a estos dispositivos
No obstante, la permanencia de los dispositivos recargables es considerada por el sector como una oportunidad de negocio y las asociaciones sanitarias advierten de que ya están ofreciendo productos parecidos en aspecto y precio a los desechables.
"Si se cambia de desechable a recargable, el usuario se puede ahorrar de un 60 a un 70 %", dijo a EFE David Tjokro, propietario de London Vape House, una tienda especializada de vapeadores con distintas sucursales en la capital británica.
Este comerciante, que asegura que recomienda a sus clientes este cambio desde hace meses, apunta también a la peor calidad de los desechables, habitualmente provenientes de China, donde se producen de forma masiva, en contraposición a los líquidos de dispositivos recargables, que provienen de países como Estados Unidos, Canadá o el propio Reino Unido.
"No estoy diciendo que el producto de China sea malo, pero teniendo en cuenta la percepción y el control de calidad, diría que China probablemente no es el mejor país para este tipo de cosas", explicó Tjokro.
Protección a menores y al medio ambiente
El Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido dijo que el uso entre los jóvenes es demasiado alto, y que la prohibición “pondría fin a su alarmante aumento en los patios de las escuelas y a la avalancha de basura que inunda las calles del país”.
Según un estudio realizado en 2024 por la ONG Action on Smoking and Health indicó que un 18 % de niños británicos de entre 11 y 17 años, unos 980.000, han probado los vapeadores, y un 7 % (390.000) vapea habitualmente, atraídos en parte por sus colores y sabores.
Además de combatir el creciente consumo entre menores, el componente medioambiental es uno de los que más peso tuvo para que se materializara esta prohibición, ya que dicho ministerio estimó que en 2023 se desecharon casi cinco millones de vapeadores de un solo uso cada semana.
Estos dispositivos desechables no se pueden rellenar ni recargar, y por lo general, se tiran con los desechos generales o simplemente se arrojan a la calle. Incluso cuando se reciclan, Las baterías de éstos, así como los circuitos impresos, si no se reciclan correctamente pueden liberar compuestos tóxicos como el cobre y el cobalto, y pueden provocar incendios en camiones de basura, según la asociación británica de consistorios Local Government Association.
Francia, Bélgica y otros países ya prohíben los vapeadores desechables
Varios países están buscando regular el mercado de los vapeadores, que ha crecido exponencialmente en la última década. Bélgica se convirtió en el primer país europeo en prohibir el uso de cigarrillos electrónicos desechables a principios de enero de 2025. Desde febrero de este año, el Parlamento francés se sumó a esta prohibición.
A estas medidas se quieren sumar España, que ya en 2017 dio el primer paso regulando el e-cigarrillo y desde principios de abril de 2025 grava con un impuesto indirecto la compra del líquido de recarga.
Australia prohibió su venta fuera de las farmacias el año pasado, una de las restricciones más duras, mientras que, a principios de este año, California ha estado a la vanguardia de la implementación de nuevas regulaciones en Estados Unidos.




