Revés polaco

Madrid

Por menos de dos puntos, pero así es la democracia. Ha ganado en Polonia el candidato ultraderechista a la Presidencia, Karol Nawrocki, del partido de los gemelos, Ley y Justicia. Y ha perdido el europeísta, un centrista del PP, alcalde de Varsovia, Rafal Trzaskowksi.

La noticia es mala en sí misma, porque Nawrocki es un tipo poco de fiar, conectado a redes del crimen organizado y a grupos neonazis. Ahí es nada. Y es mala también porque marca tendencia, en casi cada colada la democracia europeísta pierde una sábana. En este caso, en las últimas convocatorias le arrebatan dos de tres: la portuguesa y la polaca, mientras que gana la rumana.

También es mala porque en Polonia la figura del jefe del Estado no es solo simbólica y protocolaria. Puede vetar leyes. Como ha hecho el presidente cesante, también ultra. Y no se puede sortear el veto más que con un voto contrario de 3/5 del Parlamento, lo imposible.

Y para acabarlo de adornar, esta victoria, aunque estrecha, da impulso a los reaccionarios amigos de Donald Trump de cara a las próximas legislativas, previstas para 2027.

Solo hay un pequeño alivio: aunque sea por carambola. Al perder bazas Polonia, España gana puntos, junto a Italia, en la tarea de completar el dúo dirigente de la UE, Francia y Alemania. Aunque ese micro-alivio no compensa la mala noticia.