El PSOE constata que la reducción de la jornada laboral es una línea roja para Puigdemont
Ambos partidos celebraron el pasado viernes una nueva reunión que sirvió para confirmar una mejor sintonía que, sin embargo, no va a permitir avanzar en la agenda de reformas pendiente. Los socialistas asumen que el rechazo de Junts a la propuesta de reducción de la jornada laboral es firme

Reunión entre Santos Cerdán y Carles Puigdemont en Bruselas.

Madrid
En medio de toda la polémica por la publicación de los audios de Leire Díez, el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, se desplazó el viernes para celebrar un nuevo encuentro con Carles Puigdemont.
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La reunión, que se repite cada mes desde que ambos partidos alcanzaran el pacto de investidura, sirvió para confirmar una mejor sintonía entre las dos formaciones, sobre todo a raíz de la defensa de la oficialidad del catalán en la UE.
Pero la cita ha permitido constatar también que ese nuevo clima no se va a traducir, de momento, en un avance en la carpetas de acuerdos o reformas que tienen pendientes. La realidad parlamentaria del Ejecutivo sigue siendo tozuda, con Podemos en una estrategia de distanciamiento y el PP de confrontación total.
La cita fue muy bien
En el PSOE aseguran que la cita con Junts fue muy bien. Fuentes conocedoras del contenido de la reunión detectan que la decisión del PP de boicotear el reconocimiento de las lenguas cooficiales en Europa es un elemento de cohesión con los independentistas y un motivo de distanciamiento entre los postconvergentes y el partido de Feijóo.
Aunque de manera puntual, en los últimos meses, ambos grupos habían unido sus votos para sacar adelante algunas votaciones sobre temas económicos, en contra del criterio del Gobierno. En la Moncloa confían en que las maniobras de Génova en Bruselas para hacer descarrilar la propuesta española sirva para que los de Puigdemont no vuelvan a prestar su apoyo a ninguna iniciativa del Partido Popular.
Sin embargo, esta especie de tregua entre PSOE y Junts, que iniciaron el curso político con la interlocución totalmente rota por la cuestión de confianza que exigían a Sánchez, no va a alterar la posición de los independentistas en uno de los debates clave de esta legislatura, el de la reducción de la jornada laboral.
La medida estrella de Trabajo
Los socialistas regresan de esa cita confirmando que el rechazo de Puigdemont a apoyar la medida estrella del Ministerio de Trabajo es firme. "Va en contra de su esencia empresarial", dicen las fuentes consultadas que asumen que el proyecto no tienen opciones de prosperar. “Es una línea roja, no van a ceder. Lla patronal catalana está muy a la contra".
En la Moncloa creen que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, es consciente de esa situación a pesar de que públicamente asegura que hay opciones de atraer a Junts.
En este momento el proyecto de ley está a la espera de que se cierre el plazo de enmiendas a la totalidad en el Congreso de los Diputados. La intención del PSOE es que el debate parlamentario y la primera votación sobre esta norma no se produzca hasta después del verano, en el próximo periodo de sesiones.
Si Junts consuma su amenaza de presentar un veto y llevar el órdago hasta el final, la medida no superaría ni el primer trámite. En la Moncloa ya preparan el terreno para esa realidad. "No lo vemos como una gran derrota, sino como un gran avance”, dicen. “Los grandes avances sociales nunca salen a la primera”.
"Por ahora hemos conseguido abrir un debate sobre un nuevo derecho que en la próxima campaña todos los partidos llevarán en su programa electoral", defienden.





