Un padre desbloquea el móvil de su hijo asesinado en búsqueda de recuerdos y en su lugar encontró esto: "Es escalofriante"
Joan Solés y Patricia Peiró relatan el último hallazgo en el caso del italiano Michael Boschetto

Un padre desbloqueó el móvil de su hijo asesinado en búsqueda de recuerdos y en su lugar encontró esto: "Es escalofriante"
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Madrid
A lo largo de la historia se han conocido casos que se resolvieron mucho tiempo después, gracias a la perseverancia de las familias. Eso mismo ha ocurrido en Italia. Michael Boschetto, un joven de 32 años, fue asesinado en la puerta de su casa, presuntamente por su vecino, Giacomo Friso. Ahora, un año después, el caso ha dado un giro inesperado tras lograr el desbloqueo del móvil de la víctima. En él, el padre de Michael encontró algo escalofriante: un vídeo del presunto agresor sonriendo tras apuñalar a su hijo.
En esa grabación se puede apreciar, además, el sufrimiento de Michael después de haber recibido cuatro puñaladas. Los hechos tuvieron lugar la madrugada del 27 de abril de 2024, después de varios conflictos entre el asesino y su víctima. "El padre de Michael pidió que desbloqueasen el teléfono en busca de recuerdos y en su lugar se encontró con el escalofriante video", ha explicado en La Ventana Joan Solés, corresponsal de Cadena SER en Italia.
El teléfono de la víctima fue hallado en el domicilio de su asesino y devuelto a la familia de Michael poco después de iniciar la investigación. Sin embargo, la policía nunca contempló registrarlo, pues no lo consideró relevante. Un año después, este hallazgo constituye una prueba definitiva que no solo condena a Giacomo Friso por el asesinato que cometió, sino que le "añade los agravantes de haberlo grabado, asegurándole con casi total seguridad la máxima condena", ha comentado el corresponsal.
Otras investigaciones donde la tecnología fue clave
Pero esto no es nada nuevo, hace mucho tiempo que los móviles son sumamente útiles para situar a sospechosos en un lugar u otro al conocer su posición gracias a las antenas. También hay algunos casos en los que el contenido de móviles u otros dispositivos electrónicos ha sido muy importante o ha servido para acabar de encajar las piezas del puzzle. Patricia Peiró, la experta en true crime de La Ventana, ha relatado algunos de esos casos en los que el teléfono móvil aportó pruebas determinantes.
Por ejemplo, el caso del crimen de Pioz, ese cuádruple asesinato en el que Patrick Nogueira acabó con la vida de sus tíos y sus primos. "El joven fue retransmitiendo absolutamente todo a un amigo suyo en Brasil. Bromeaba en mensajes de cómo había matado a sus familiares, especialmente a los niños, e incluso mandaba fotos. Este contenido no fue lo que determinó la autoría, pero desde luego sí afianzó la investigación y sirvió para dibujar un perfil de este criminal", ha contado Peiró.
Hay otro crimen menos conocido, que fue el de un hombre en Manises, en Valencia, al que dos hombres y una mujer torturaron para obtener las claves de sus tarjetas. "Durante la paliza mortal, la mujer grabó en audio todo y después fue ella la que llamó a la policía, confesó todo y entregó el audio", ha relatado.
Hay otro caso en Madrid en el que el chivato no fue el móvil, sino algo parecido. La familia de una señora dependiente dejó un dispositivo en su mesilla que se encendía y grababa si veía movimiento para estar pendientes de ella y ver cómo dormía. La señora falleció y, por curiosidad, uno de los hijos se puso a revisar las imágenes, "descubrió a la cuidadora asfixiando con una almohada a la mujer, por lo que fue condenada a asesinato", ha contado Peiró.
Fuera de España, hay un caso en Canadá en el que la prueba clave fue un selfie. Una chica llamada Brittney Gargol fue hallada ahogada en enero de 2018. Junto a su cuerpo había un cinturón que presuntamente se había usado para matarla. "Revisando las fotos que esa noche se había hecho Brittmey con la amiga con la que había salido de fiesta, la policía descubrió que en las fotos la amiga, llamada Cheyene, era la que llevaba el cinturón. Cuando le enseñaron las imágenes se desmoronó y confesó", ha finalizado la periodista.

Alba Villanueva
Estudiante de periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Antes en Radio León.