Israel mata a más de cien personas en Gaza en las últimas 24 horas

Madrid

La entrega de paquetes de comida en la Franja de Gaza ha sido suspendida este miércoles después de que el anterior director de la controvertida fundación israelo-estadounidense afirmara que el reparto no se realizaba en función de criterios humanitarios, y después de que el ejército israelí haya matado a más de cien gazatíes que intentaban acceder a alimentos en las últimas 24 horas.

La Fundación Humanitaria de Gaza ha nombrado al pastor evangélico ultraconservador Johnnie Moore como su nuevo presidente. Moore es un conocido defensor del controvertido plan del expresidente estadounidense Donald Trump para expulsar a los palestinos de Gaza y transformar el territorio en la "Riviera de Oriente Medio". Asimismo, integra la junta directiva de una organización judeocristiana con sede en Estados Unidos, que financia y facilita la inmigración judía a Israel como parte de una profecía bíblica.

Moore, de 42 años, ha sido descrito por la fundación como un “defensor internacional de la libertad religiosa, la dignidad humana y la paz”. Trump lo nombró en dos ocasiones miembro de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, y se asegura que cuenta con “décadas de experiencia en causas humanitarias”, aunque en realidad ha actuado como asesor del expresidente.

Sobre el terreno, en las últimas horas, el ejército israelí ha matado a cien personas y ha herido a casi 500, cifras similares a las de víctimas que han muerto en las colas del hambre desde el inicio de los repartos.

El periodista Hani Mahmoud, que informa desde Gaza, ha reportado que en tan solo 30 minutos se registraron tres ataques con drones que impactaron contra personas en la ciudad de Gaza, así como contra tiendas de campaña en el centro del territorio.

Los ataques han causado numerosas víctimas civiles. Los misiles lanzados por los drones son altamente letales: al explotar, la metralla y los fragmentos de metal salen despedidos a gran velocidad, atravesando cuerpos y provocando graves hemorragias.

Debido a la gran cantidad de personas heridas con hemorragias y a la escasez de suministros médicos, el personal del Hospital Al-Shifa y del Hospital de los Mártires de Al-Aqsa no ha podido brindar una atención adecuada. El Ministerio de Salud de Gaza ha informado que la mayoría de los equipos en los laboratorios hospitalarios y bancos de sangre han sido destruidos, mientras que el resto está deteriorado y carece de piezas de repuesto.