Las sequías se han vuelto más graves desde 1981 en todo el mundo
Una investigación realizada por el equipo de Salomón Gebrechorkos, hidro climatólogo de la Universidad de Oxford, señala que "la demanda evaporativa de la atmósfera se ha incrementado agravando la severidad de las sequías a nivel mundial".

Una barca sobre la orilla seca por la escasez de agua en el pantano de La Viñuela en Málaga / Jorge Zapata (EFE)

Madrid
El planeta vive sequías "más intensas, frecuentes y extensas", según un informe de los últimos 100 años publicado en la revista Nature y que vincula los cambios en las últimas cuatro décadas directamente con el calentamiento global.
Los autores han usado un gigantesco conjunto de datos de altísima resolución y han analizado cómo han evolucionado los periodos de sequía en todo el mundo desde 1981 hasta 2022. Han usado el llamado índice SPEI, que mide las relación entre las lluvias, la evaporación inducida por el calor y la transpiración del agua en el suelo. Explican que de esta manera el enfoque es más preciso que los índices tradicionales que solo suelen contemplar la lluvia.
El resultado es que hay "una clara tendencia hacia condiciones más secas en gran parte del planeta" pero son más notables en Europa, África, América del Sur, Australia y el oeste de Estados Unidos. El estudio destaca que "incluso regiones tradicionalmente húmedas, como algunas partes del Sudeste Asiático, han mostrado señales preocupantes de desecación".
¿Qué lo provoca?
El estudio señala que la demanda evaporativa atmosférica se ha incrementado. Es la cantidad de vapor de agua que la atmósfera es capaz de absorber. Se basa en cuatro factores: la temperatura, la radiación solar, la humedad relativa y el viento. A medida que el planeta se calienta, la atmósfera "bebe" más agua y este efecto se nota también en zonas donde las precipitaciones no han disminuido por el cambio climático. Es decir, que no solo llueve menos en muchas regiones, "sino en que el agua disponible se evapora más rápido". Esta "sequía invisible", dicen, es especialmente peligrosa porque puede pasar más desapercibida hasta que ya sea demasiado tarde.
Además, hay un "efecto de retroalimentación" entre los suelos secos, las plantas estresadas por el calor y el aumento de temperaturas. Se crea un un círculo vicioso porque "los suelos más secos reflejan más calor, lo que calienta aún más el aire, que a su vez extrae más humedad del entorno".
Según el estudio, entre los años 1981 y 2022, esta demanda evaporativa global "ha contribuido al 40% del aumento global en la severidad de las sequías". Y eso es sólo una media: en algunas regiones, como Australia y África, esta contribución supera el 50%.
Los investigadores se han fijado especialmente en Europa. Anotan que "en 2022, el 82% del continente estuvo afectado por sequías, de las cuales la mitad fueron de moderadas a severas". Ese año es el peor de la serie histórica en términos de extensión de sequía en todo el mundo desde que se tienen registros: un 30% de la superficie terrestre estuvo bajo condiciones de sequía moderada o extrema.
Un cambio acelerado desde 2018
Los últimos cinco años del estudio marcan una tendencia todavía más rápida: Entre 2018 y 2022, la extensión media de áreas en sequía en el mundo aumentó un 74% respecto al período 1981–2017. En regiones como el sur de Sudamérica, el oeste de Estados Unidos y Australia, este aumento ha sido de un increíble 120%.
Los investigadores señalan que este cambio no es parte de la variabilidad natural del clima. La aceleración observada coincide con el aumento en las temperaturas globales y con modelos que predicen sequías más intensas en un mundo más cálido. La huella del cambio climático que está provocando el ser humano es muy evidente. Aunque las sequías son fenómenos naturales, este estudio demuestra que "su frecuencia, intensidad y extensión se han visto amplificadas por el cambio climático".
Datos sobre España
El estudio no incluye información específica sobre nuestro país pero proporciona datos regionales de Europa que permiten inferir claramente el impacto en España, especialmente durante la sequía extrema de 2022, dado que es una de las regiones de Europa más sensibles a las sequías y con una alta exposición al aumento de la AED, según varios estudios que se incluyen en las referencias del artículo (por ejemplo, Vicente-Serrano et al., autores españoles y expertos reconocidos en sequías).
En los mapas que incluye el estudio, España está incluida dentro de las zonas de mayor tendencia negativa en el índice SPEI durante 1981–2022. También está marcada en estos mapas como parte de la región con mayor contribución del AED al aumento de la sequía (hasta −0.06 unidades SPEI por año en partes de Europa occidental).

Javier Ruiz Martínez
Redactor de temas de sociedad, ciencia e innovación en la SER. Trabajo en el mejor trabajo del mundo:...