Cucurella vuelve a Stuttgart... y la afición alemana no olvida su polémica mano de la Eurocopa

Marc Cucurella está siendo un protagonista involuntario de los primeros minutos en el España - Francia de semifinales de la Nations League. El jugador del Chelsea, reciente campeón de la Conference, ha saltado al campo en su posición de lateral izquierdo y, en cada uno de sus contactos con el balón, está recibiendo sonoras pitadas desde la grada del Mercedes Benz Arena de Stuttgart.

¿Pero, a qué se deben estos pitos? Hay que retrotraerse hasta la Eurocopa 2024 del pasado verano, dónde España levantó su cuarto título continental. Allí, el partido de cuartos de final nos enfrentó a Alemania, que jugaba como anfitriona, en este mismo estadio de Stuttgart. Evidentemente, el apoyo en las gradas era mayoritario para la 'Mannschaft'.

Con empate en el marcador y ya en tiempo de prórroga, un disparo de los alemanes impactó dentro del área en la mano de Cucurella, pero Anthony Taylor consideró que la acción era involuntaria y no decretó la pena máxima. Minutos después, Merino cabeceaba a gol precisamente un centro de Cucurella y daba la victoria a España, que acabaría ganando el torneo.

La jugada generó mucha polémica en las semanas posteriores y puso de manifiesto que el reglamento sigue confundiendo a muchos aficionados. Lo que también generó fue el malestar entre buena parte de la afición alemana, que no le perdona aquella acción y que hoy, en el Mercedes Benz Arena, carga contra él en forma de pitos. Aunque claro, los franceses presentes en el estadio también aportan a la causa con su particular sonido de viento.

En lo estrictamente deportivo, España ha empezado sufriendo ante una Francia que ha tenido en las botas de Theo Hernández un par de buenas ocasiones. Sin embargo, tras sacudirse el momento inicial, España ha contragolpeado con dos rápidos goles y un claro protagonista: Mikel Oyarzabal. El delantero de la Real Sociedad, transformado a las órdenes de Luis de la Fuente, ha dado las asistencias a Nico Williams y Mikel Merino para dejar el partido de cara en la primera mitad.