Sospechas no son pruebas
El juez del Tribunal Supremo Ángel Hurtado, con todo respeto a la justicia española, posee una imaginación infinita
Sospechas no son pruebas
Madrid
Ángel Hurtado alberga sospechas contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y por eso le lleva al borde del juicio por presunta revelación de secretos. Pero solo formula inferencias. Establece suposiciones. Proyecta presunciones. Barrunta elucubraciones. Mantiene conjeturas.
Insólito. Pero no ha encontrado ninguna prueba de que él filtrara nada respecto a la confesión del abogado del novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso de que este cometió delitos fiscales. Ningún elemento concreto y tangible de esa presunta filtración. Al revés, reconoce que la hizo antes que nadie hablase de ella el ayudante de Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, quien la manipuló. Y las declaraciones de los periodistas que acudieron al Supremo revelan que supieron las claves del asunto antes que el propio fiscal general: por tanto no hubo secreto, ni en consecuencia revelación de secreto. Al menos, según la jurisprudencia del propio Tribunal Supremo, que este juez ignora, lo que es bastante estrambótico: del todo antijurídico.
Hurtado tampoco ofrece ningún dato de que García Ortiz siguiese “indicaciones” del presidente del Gobierno. Pero lo sostiene así, como un artículo de fe.
En resumen, no hay caso, porque no hay causa. Pero parece que eso poco importa. ¿Tolerará el tribunal esta situación del todo anómala? ¿Y el poder judicial? Estas son las preguntas pertinentes, antes de hablar de dimisiones.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica píldoras de opinión radiofónicas en 'Hora 25'.