Ucrania vuelve a atacar un aeródromo ruso e impacta en dos aviones

El ejército ucraniano ha vuelto a conseguir alcanzar una base aérea en territorio ruso esta pasada madrugada. Según los militares de Kiev, han logrado impactar en dos aviones rusos estacionados en la base de Savasleyka, situada a unos 400 kilómetros el este de Moscú.

Esta base es utilizada por Rusia para el despegue de aviones capaces de transportar misiles hipersónicos Kinzhal, que pueden ser cargados con armamento nuclear. Es una de las armas más modernas del ejército ruso, presentada de manera oficial por Vladimir Putin hace apenas 7 años.

El gobierno ruso no ha confirmado aún este ataque al que Ucrania ha sumado otra ofensiva contra instalaciones dedicadas por Moscú al desarrollo de la guerra electrónica. En este caso, se trata de una sede militar en Cheboksary, a 700 kilómetros al este de la capital rusa.

El ejército ucraniano ha detallado que ha utilizado drones contra esta sede, lo que ha causado varias explosiones e incendios en unas instalaciones en las que Moscú fabrica antenas que se instalan por ejemplo en los drones Shaded que compra a Irán para bloquear interferencias de los sistemas de defensa antiáerea. En este caso, las autoridades regionales de la provincia en la que están estas instalaciones sí han confirmado el daño causado por el ataque ucraniano.

Rusia también ataca

Estas operaciones ucranianas han coincidido con una noche en la que Rusia ha lanzado 20 misiles y más de 400 drones contra suelo ucraniano.

Una oleada que ha dejado al menos un muerto y que ha alcanzado puntos situados en el extremo oeste de Ucrania. Tanto es así, que el ejército de Polonia ha hecho despegar aviones militares para vigilar la zona fronteriza por la cercanía de los impactos de los drones rusos con su propio territorio.

Peligro nuclear

El Organismo Internacional de la Energía Atómica ha vuelto a alertar este lunes del riesgo de un incidente nuclear por las actividades militares junto a la central de Zaporiyia, en manos rusas desde el inicio de la invasión.

"La situación sigue siendo muy frágil", ha advertido su director general, Rafael Grossi, quien ha confirmado "el incremento de la actividad militar" en la zona, sobre todo por el uso de drones. Grossi ha confirmado además la predisposición de Rusia de volver a poner en funcionamiento la central, aunque el Kremlin reconoce que en la situación actual con la invasión en marcha no es posible.

El deseo de Rusia choca directamente con los intereses territoriales de Ucrania, que considera a Zaporiyia, como el resto de regiones invadidas por Rusia, como parte indivisible de su territorio.