Millás señala la clave común entre la adolescencia y la vejez: "Ocurren cosas que desconoces"
"Cuando un abuelo cruza una mirada con el nieto o la nieta adolescente, hay un chispazo"

Millás señala la clave común entre la adolescencia y la vejez: “Ocurren cosas que desconoces”
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"En la vejez hay misterio, hay confusión". Con esta reflexión sacada de los diarios de John Cheever, Juan José Millás, ha querido reflexionar sobre la vejez en A vivir que son dos días, de la SER. El escritor piensa que esos dos puntos son característicos para entender la evolución de la vejez. No obstante, señala que el diario de una adolescente "podría empezar exactamente igual; en la adolescencia hay misterio y hay confusión".
Millás opina que cuando "un abuelo cruza una mirada con el nieto o la nieta adolescente, se crea un chispazo de entendimiento, porque están en situaciones muy semejantes". Ambos están, a su juicio, en un proceso de mutación.
En la adolescencia, Millás ha explicado que se genera una lucha entre padres e hijos: "Es una época de conflicto; tanto que muchas veces las relaciones se hacen muy complicadas". "Se crea una mutación, un día es niño y al día siguiente es un adolescente que llega del colegio, se mete en su cuarto y por primera vez cierra la puerta, algo que nunca había hecho", ejemplifica.
En el caso de la vejez, Millás opina que es "un territorio desconocido; llegas ahí un día sin saber nada". Aunque es un proceso paulatino, comenta que, en cierto modo, es también una mutación "que nadie te explica". "Te tienes que ir cartografiando tú mismo porque no entiendes qué te está ocurriendo", explica.
Por eso dice que se parece mucho a la adolescencia porque también es un cambio interno y externo: "Te sientes como un muchacho por dentro, pero por fuera tu cuerpo te dice: 'tío, ríndete ya, tira la toalla'", comenta.
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Entre risas, Millás ha comentado que es como si estuviera incumpliendo las normas: "Me siento joven, pero según mi edad, tendría que estar ya en el sofá. Es como cuando alguien te dice, por ejemplo, 'joder, qué bien estás', y te lo dice como reprochándote, como diciendo 'hombre, a tu edad deberías estar peor', ¿no?".
Sin embargo, Millás ha explicado que a menudo "el sentimiento que uno tiene de sí mismo es el de un muchacho". El escritor lo ha explicado con un ejemplo personal: "Pasas delante de un espejo y de repente, como le sucedió a Freud, te preguntas '¿quién es ese viejo?' Eso pasa, a veces, durante una fracción de segundo".




