Andreu Buenafuente explica a qué se dedicaba antes de convertirse en uno de los cómicos más conocidos

Es común que muchas personas, incluso figuras como Andreu Buenafuente, hayan pasado por otros trabajos antes de encontrar su verdadera vocación.

En un episodio reciente del programa Nadie Sabe Nada, el cómico catalán compartió una anécdota sobre sus inicios laborales que pocos conocían. Todo comenzó a raíz de una carta enviada por una oyente desde Vancouver que desató una divertida conversación entre Buenafuente y su compañero Berto Romero sobre el hockey y su sorprendente agresividad.

La pregunta de la oyente era sencilla: ¿Por qué el hockey sobre hielo es tan violento? A partir de ahí, Buenafuente hizo un viaje al pasado y recordó su etapa como periodista, siguiendo de cerca al Reus Deportiu.

"¿Jugabas al hockey?", le preguntó Berto, intrigado. "No, yo era comentarista, era periodista", respondió Andreu, revelando que antes de convertirse en uno de los cómicos más conocidos del país, había dedicado parte de su carrera a cubrir hockey sobre patines, un deporte con gran arraigo en Cataluña. "Aquí somos los mejores", añadió con orgullo.

La conversación derivó en una anécdota sobre el Reus Deportiu, el club que Buenafuente seguía de cerca. En un momento de su explicación, recordó a una familia catalana que, tras vivir varios años en Canadá, regresó a Reus con sus dos hijos. Según el cómico, los chicos "parecían canadienses: rubios, fuertes, guapos y con una infancia marcada por el hockey sobre hielo".

Sin embargo, siguió narrando Buenafuente, uno de ellos decidió apuntarse al equipo local de hockey sobre patines en Reus. "Sonaba muy exótico en aquel momento que llegara un canadiense que venía de jugar a hockey sobre hielo".

Sin embargo, el resultado fue tan cómico como caótico: "El tío, muy cachas, muy bien preparado, se pone a jugar al hockey sobre patines y en los dos primeros partidos lo expulsaron continuamente", contó Andreu entre risas.

La diferencia de contacto y agresividad entre ambos deportes era abismal. "El chico empotraba a la gente contra las vallas como si estuviera en una pista de hielo", explicó. "Y le dijeron: 'Neng, baja el ritmo' y el chico contestó: 'No puedo, yo juego así' a lo que le dijimos: 'Pero aquí no hay hielo' y la gente no daba crédito a lo que veía".

Entre bromas, Berto comentó: "No lo entiendo… igual es por la temperatura, ¿no? Como está todo tan frío, pues claro, vamos a calentarnos… nunca mejor dicho".

Ante la incertidumbre sobre la agresividad de este deporte, Berto lanzó una pregunta al público: "¿Hay alguien aquí que sea especialista o tenga algo que decir sobre el hockey?". Sin obtener una respuesta, la charla terminó sin una conclusión clara.