Le dicen a David Verdaguer que el catalán es un "dialecto", él se calla y luego explica por qué

En un momento en el que el debate sobre las lenguas propias en España vuelve a estar en el centro del discurso político y social, es refrescante encontrar espacios donde se aborde el tema desde la cercanía, el humor y la autenticidad. Y eso quedó claro en la reciente entrevista al actor David Verdaguer en Transmite la SER.

Durante la entrevista, un presentador ficticio, con tono provocador, se refirió al idioma catalán como un 'dialecto'. La palabra, cargada de connotaciones históricas y políticas, fue lanzada como un dardo. Pero Verdaguer no cayó en la trampa y contestó a la pregunta del presentador ficticio con toda normalidad.

Unos minutos después, desaparecido el presentador ficticio, Juan Carlos Ortega recuperó los mandos de su programa y preguntó por este tema al actor: "Me ha extrañado que no le cantaras las cuarenta cuando el impresentable te ha dicho que el catalán es un dialecto".

"Bueno, a ver, es un idioma, pero todos son dialectos del latín, ¿no?", ha contestado con humor Verdaguer, antes de ponerse un poco más serio: "Claro que es un idioma, evidentemente. De hecho, yo pienso en catalán y sueño en catalán".

Acto seguido, el actor ha hablado con entusiasmo de otro idioma de España, el euskera, una lengua que Verdaguer elogió por su singularidad, su belleza y su misterio. "El euskera sí que es un idioma, como Dios manda", dijo entre risas, mientras compartía su admiración por su sonoridad y su deseo de poder hablarlo.

Todo ello en el contexto de una reciente visita a Bilbao, ciudad que le sorprendió gratamente y que, en tono humorístico, describió como el lugar donde "San Sebastián es el barrio más bonito de Bilbao".

En el mismo tono distendido, el presentador del programa y sus colaboradores aprovecharon para lanzar elogios a la emisora de la Cadena SER en Bilbao, destacando sus vistas espectaculares y la excelente labor de su directora, Begoña Marañón, a quien dedicaron palabras de cariño y admiración, entre bromas y complicidad.