Silvio Rodríguez y la banda sonora de la Cuba revolucionaria

Madrid

En una isla de apenas 10 millones de habitantes han pasado cosas para llenar mil libros. Revoluciones, invasiones fallidas, golpes de Estado, dictaduras, cabezas nucleares. También tornados, huracanes y épocas de escasez por culpa de un boicot anacrónico y absurdo.

Cuba ha vivido y sobrevivido a todo y en parte gracias al ánimo de la población y a la música. Una de las voces que mejor ha retratado Cuba es la de Silvio Rodríguez.

La historia de Silvio Rodríguez es trepidante, la revolución cubana lo pilló entrando en la adolescencia y ese momento histórico marcó su vida para siempre como la de todos los cubanos. Su inicio en la música fue un camino largo y con no pocos obstáculos hasta que se consagró como una de las grandes voces de La Nueva Trova.

En 1978, Silvio viajó a España para grabar Al final de este viaje, su segundo álbum de estudio. Un trabajo enorme con canciones históricas que capta la magia de Silvio de un modo crudo. Solo su voz y su guitarra y un puñado de canciones que hablan de amor, de lucha, de retos, de aprendizaje, de revolución, de la sociedad, la familia y la religión. Un fresco de su mundo y su época como pocas veces se han hecho en la música.

Esta semana recorremos la historia del compositor cubano y de sus canciones de la mano de Sheila Blanco, Mario Tornero y con los reportajes de Lucía Taboada.

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