Xavier Vidal-Folch: "El tono de Sánchez ha sido proactivo, menos de mirar al retrovisor y más de explicar por qué quiere acabar la legislatura"
Las medidas son más bien modestas, pero son variadas, y quizá la cantidad, su acumulación, supla algo a la falta de contundencia

MADRID, 16/06/2025.- El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez en rueda de prensa tras la primera reunión de la Ejecutiva de este partido después de la salida de Santos Cerdán como secretario de Organización a consecuencia del contenido de un informe de la UCO, este lunes en la sede de Ferraz. Sánchez ha asegurado que su partido es una "organización limpia" que nunca va a actuar como el PP en materia de corrupción y, por tanto, "no va a perseguir a denunciantes ni destruir pruebas a martillazos". EFE/ Javier Lizon / JAVIER LIZON (EFE)

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Ha durado cinco horas. Y el tono ha sido de tomar la iniciativa. Y la voluntad expresa de “recuperar la confianza”, un reconocimiento de que ha bajado al sótano. Esto ha sido lo esencial de la respuesta de la ejecutiva del PSOE a su crisis de presunta corrupción, localizada en la secretaría de organización. Es cierto que también ha tomado medidas. Pero a veces lo noticiable está más en el detalle y en el tono con que se explican las decisiones que con su contenido material.
Este es el caso. Las medidas son más bien modestas, pero son variadas, y quizá la cantidad, su acumulación, supla algo a la falta de contundencia. El líder del partido, y del Gobierno, Pedro Sánchez, comparecerá en el Congreso (es de cajón); impulsará una comisión de investigación (que no suelen aclarar demasiado las cosas); se reunirá con sus aliados parlamentarios (esto es obvio, pero importante); y aceptará todas sus propuestas que sean “útiles” (a ver cuáles). Lo de la auditoría ya se sabía. La dirección organizativa provisional, al ser imprescindible, es poco relevante. Y la expulsión de José Luis Ábalos debió coincidir con que el expediente estaba ya prácticamente concluido.
Pero el tono de Sánchez ha sido proactivo, menos de mirar al retrovisor que el otro día y más de explicar por qué quiere acabar la legislatura. Y marca de la casa, de devolver las críticas, multiplicadas, a la oposición que le fríe a todas horas: que si es más corrupta, que no reacciona enérgicamente cuando hay indicios de delito, como él, sino solo ante sentencias condenatorias. Y sobre todo, ¿Por qué no lanza una moción de censura?. Cabe preguntarse, en eefcto, ¿Por qué Alberto Núñez Feijóo no la formula? ¿De qué tiene miedo? ¿De quién? ¿De sí mismo? ¿De no ganar? ¿Acaso encontrará mejor momento?

Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...




