Irán: crisis petrolera
El conflicto entre Teherán e Israel resucita los fantasmas de un encarecimiento del crudo
Explosión de un misil disparado desde Irán en Tel Aviv, Israel, el 16 de junio de 2025 / ATEF SAFADI (EFE)
Madrid
La banda sonora de Oriente Próximo ahora mismo es la de los ataques constantes entre Irán e Israel. Un conflicto que puede desestabilizar el estrecho de Ormuz y el golfo Pérsico, lo que está poniendo en alerta al petróleo de todo el planeta. De momento, no han sido afectados ni el comercio internacional ni grandes producciones, pero el crudo que hoy ha bajado ligeramente, el viernes subió un 7,5% y el petróleo casi un 15% desde que comenzaron los bombardeos de Israel. Según Morgan Stanley, mañana y pasado mañana, el precio del petróleo comenzará a subir y va a aumentar al menos 10 dólares por barril, por los riesgos geopolíticos.
El primer ministro israelí, Netanyahu, ha prometido una campaña sostenida y ha anunciado que la fuerza aérea israelí controla los cielos de Teherán y que está camino de eliminar la amenaza nuclear. Esto amenaza con golpear a 2 zonas, 2 bloques, 2 núcleos muy sensibles. Irán, que produce el 3% del crudo mundial, 3 millones de barriles, de los cuales 2 se exportan, y, sobre todo, el estrecho de Ormuz, donde cruza, aproximadamente, un quinto de la producción mundial del planeta.
Por allí pasa el petróleo que comercian Irán, Irak, Kuwait, Arabia Saudí y Emiratos Árabes, entre otros. Así que lo que tenemos hoy es, primero, radiografía geoestratégica extraordinariamente sensible y, segundo, radiografía económica extraordinariamente delicada. Irán ha sufrido durante muchos años sanciones, pero estaba volviendo poco a poco al mercado.
Lógicamente, si uno de los grandes productores y exportadores se enfrenta a una nueva guerra, ahora mismo lo que amenaza es con tener menos petróleo y, por tanto, con que lo paguemos más caro. La Agencia Internacional de la Energía estima que la demanda mundial está en torno a los 104 millones de barriles, así que, incluso, sin los 2 de Irán, Emiratos Árabes, Arabia Saudita, son capaces de aumentar la producción y, por tanto, cerrar ese agujero si el grifo iraní se cierra, Y eso es exactamente lo que ha pasado durante las sanciones impuestas al régimen, según se ha llegado a admitir desde la propia OPEP.
En cualquier caso, el efecto del conflicto se está notando en la cotización del crudo y podría desembocar en una nueva crisis petrolera.
"Si este conflicto se acaba alargando, acabará aumentando los precios, aunque no se contagie a otros países"
Para Antoni Cunyat, profesor colaborador economía y empresa Universitat Oberta de Catalunya y análisis económico de Universidad de Valencia si "el conflicto se ampliara a otros países o si el mismo Irán bloqueara el estrecho de Ormuz es probable que pudiéramos ver una escala de los precios bastante importante". "Parece ser que el mercado cada vez es menos sensible al conflicto. Se hace más inelástica la reacción del precio respecto al conflicto geopolítico", comenta Cunyat, que indica que lo que se ha visto en los mercados hasta ahora no es extremadamente preocupante porque se "está descontando la debilidad de Irán frente a Israel y el apoyo de Estados Unidos".