David Verdaguer no cree en Dios pero se santigua a veces: "Qué tristeza que tengamos miedo de tener fe o de creer en algo"

David Verdaguer sorprendió en Transmite la SER al hablar de algo que, según él, aún cuesta mostrar en público: la fe. "Qué pena y qué tristeza que tengamos miedo de tener fe o de creer en algo", confesó, abriendo una reflexión sobre los pequeños gestos que hacemos, a veces en secreto, para conectar con lo trascendente.

El actor dijo que no cree en Dios, pero confesó que a veces, cuando vuela en avión, se santigua. Lo hace, eso sí, con disimulo, como si se peinara o se recolocara la ropa: "Me toco un poco la frente, como si me peinara porque estoy sudando, luego me arreglo la camisa por abajo y me toco el ombligo, después hago que me coloco el hombro para tocarme el hombro… y para terminar, paro en la boca como si me mordiera la uña del dedo".

Después de describir con humor y detalle los gestos que hace al santiguarse, David Verdaguer reconoció que, sin quererlo, su ritual se parece mucho al de las abuelas cuando se acercan al mar. "En realidad, parezco una abuela que se moja los pies, la nuca, y luego se pone las manos en la cintura, como si se preparara para algo importante", dijo entre risas. Y concluyó con una imagen precisa: "Yo me santiguo como las abuelas se acercan a la orilla del mar".

Uno de los colaboradores, se sintió identificado y compartió su propio ritual: "Yo también lo hago cuando paso por delante del tanatorio de Rubí. Pero solo en el de Rubí". Allí, explicó, están sus seres queridos, y cuando pasa por delante, aunque vaya solo en el coche, repite el gesto: "Me doy en la cabeza. Hago exactamente lo mismo".

Ante estas confesiones, ambos coincidieron en que no debería dar vergüenza tener fe, ni siquiera en forma de 'por si acaso'. Verdaguer lo expresó con claridad: "Qué pena que tengamos miedo de tener fe o de creer en algo".

Fue entonces cuando Ortega decidió lanzar una propuesta a los oyentes para quitar la vergüenza a expresas la fe: "Queridos amigos oyentes de la Cadena SER, santiguaos, santiguaos sin vergüenza", concluyó entre risas.