"Es un pensamiento miserable": El Gran Wyoming explica por qué la ideología no debe ir en consonancia con la cuenta corriente

En su entrevista con James Rhodes En Clave de Rhodes, José Miguel Monzón Navarro, conocido como El Gran Wyoming, abordó sin rodeos una de las críticas más habituales que recibe: la supuesta contradicción entre ser de izquierdas y tener una posición económica acomodada, dejando claro que su forma de pensar no ha cambiado a pesar del dinero.

"En cuanto a la ideología, yo nunca he cambiado", ha afirmado con rotundidad. "Es un pensamiento miserable" ha criticado. Para él, resulta absurdo que alguien adapte sus principios a su situación económica: "Hay gente que cree que tus ideas tienen que ir en consonancia con tu cuenta corriente; entonces yo tendría que ser ultrafascista", ironizó.

Wyoming defendió con firmeza valores como la sanidad pública, la educación universal y la igualdad de género. "Imagínate una persona que cree que la sanidad pública es el mayor bien que tenemos, que todo el mundo tiene derecho a la educación, que las mujeres tienen derecho a estar en la sociedad exactamente igual", reflexionó. Y añadió con sarcasmo: "De repente te toca el Gordo de la Lotería y dices: 'La mujer en la puñetera casa a cuidar a los niños, los pobres que se jodan' Bueno, crear una aristocracia".

Frente a esa transformación que él considera hipócrita, Wyoming se reafirma: "Yo no me veo así. A mí me ha tocado una lotería y ese día no me cambió el cerebro. Yo ya lo tenía amueblado. Lo siento mucho", ha comentado, dejando claro que el dinero no ha alterado su forma de pensar.

Esta coherencia ideológica también se reflejó en otras partes de la entrevista, donde recordó su infancia en una España de familias numerosas: "En las casas no había sitio, era ¡venga, todo el mundo fuera! Y nos íbamos a la calle", dijo, reivindicando su origen humilde.

Reconoce Wyoming que necesita desconectar tras la semana laboral y se aísla "en un sitio completamente perdido" pero su vínculo con la calle sigue intacto. Cuando está en Madrid, asegura que su vida no ha cambiado tanto: "Toda mi vida está en la calle. Yo soy un muchacho de la calle".