Erika Lust desvela las claves del porno feminista y explica en qué difiere del tradicional

Madrid

Erika Lust es considerada como una de las figuras más importantes en la industria del cine porno feminista. Desde que debutara en el sector con The Good Girl, el cortometraje con el que ganó su primer premio Ninfa en el Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona, la cineasta sueca ha ido puliendo su estilo hasta el punto de convertirse en una de las grandes referentes de un género en auge. Así lo avalan sus numerosos premios y reconocimientos, en los que se tiende a elevar su trabajo, en muchos casos, a la categoría de obra maestra. Pero, ¿qué es el porno feminista y en qué difiere del tradicional?

En declaraciones al programa Hora 25, de la Cadena SER, Erika Lust describe su obra como un porno cinematográfico alternativo que difiere al que ha imperado en la industria durante estas últimas décadas: "Es un porno alternativo, independiente y cuidado desde una perspectiva feminista. Es un porno creado desde la mirada femenina y desde la mirada de la mujer". Pero esto no quiere decir ni mucho menos que sea un contenido dirigido únicamente a mujeres: "No tiene nada que ver. Aquí tiene que ver más con la perspectiva de quién está detrás en la creación".

Las claves del porno feminista

Entonces, ¿Cuáles son las claves del porno feminista? Que nos permite conocer historias que hasta ahora no se habían representado en este tipo de películas: "Yo creo que es muy importante que las mujeres, las personas queer y las personas que no hemos tenido tanto acceso al poder y a la creación podemos entrar y empezar a contar nuestras historias desde nuestras perspectivas".

Bajo su punto de vista, la industria todavía tiene mucho que contar: "La gran mayoría de la pornografía ha sido creada por un cierto grupo de hombres blancos, heterosexuales, cisgénero, de edad media, con una idea de la sexualidad muy parecida. Da igual si el director es de Budapest, de Los ángeles o de Barcelona, porque es un hombre bastante parecido. Le gustan las tetas, los culos, los coches y toda la movida. Pero la sexualidad humana es muy grande y diversa y tenemos que retratarlo desde el punto de vista de la diversidad". Por esa misma razón, la directora de cine considera que es fundamental el desarrollo del cine porno feminista que pueda contar esas historias que todavía no se habían contado en la industria.

Un día de rodaje en la industria del porno feminista

¿Y cómo es el rodaje de este tipo de películas? La directora nos habla de la importancia de pensar en una buena historia y en todo lo que gira en su alrededor: "Todo empieza con una primera fase de brainstorming, en la que pensamos qué vamos a contar. Después vamos desglosando cómo vamos a contarlo, desde qué perspectiva y con qué personajes. Yo, por ejemplo, analizo los papeles de género. Si tengo personajes masculinos y femeninos, pienso qué papel le estoy dando a cada uno y cómo funciona su intercambio de poder".

Una vez hecho esto, los actores y las actrices se reúnen con un coordinador de intimidad y hablan sobre lo que esperan de la escena de sexo en cuestión y de todos los aspectos relacionados con la misma: "Los actores pueden expresar qué les gusta y qué no les gusta. También de qué manera se pueden sentir más cómodos delante de la cámara y expresar qué podemos ayudarles a sentir placer". En base a eso se generan escenas que realmente representen a quienes participan en la misma. Por lo tanto, el porno feminista pone en el centro a la persona y la protege para que esté lo más cómoda posible. De hecho, la directora reconoce que algunas películas están offline a petición de algunos actores en concreto que no querían volver a verse en este tipo de contenido.