Reformas empresariales

Madrid

Un amigo, medio acomodado, ha sucumbido al síndrome de las ocupaciones de viviendas. Como si fuera un fenómeno generalizado y no excepcional. Le ha podido la publicidad de las empresas de seguridad.

Tiene cuatro casas en comunidades autónomas diferentes y ha intentado hacer un pack con las alarmas de todas ellas con la misma empresa. Sin éxito. Quien le atiende en Andalucía es distinto de quien lo hace en Madrid o en Castilla y León.

En una de sus casas, a esa misma persona le vinieron a cambiar hace unos días el contador de la luz. Situado en el exterior del jardín, hace tiempo que un camión arrolló el cajetín que lo protegía. Mi amigo preguntó a los técnicos si además de cambiarle el contador podían aprovechar para arreglar el cajetín. Respuesta con una sonrisa displicente: eso lo hacen otros.

La escasa productividad en España es uno de los problemas de su economía. Es la relación entre la cantidad de bienes o servicios que se realizan, en relación al tiempo y a los recursos empleados. Pero cuando se menciona, siempre se la vincula con el mundo del trabajo. Alguna vez habría que abordar otras reformas para aumentar la capacitación y mejorar la organización de las empresas, la tecnología, el liderazgo, etcétera.

Muchos empresarios serían cómplices de estos cambios.