Xavier Vidal-Folch: "Un 5% del PIB en defensa nos empujaría a recortar el Estado del bienestar"

Madrid

España se niega a aumentar su gasto en defensa hasta el 5% del PIB. Ahora está en torno al 2%, y ese salto supondría más que duplicarlo. El gobierno ha detallado al secretario general de la OTAN, el derechista holandés Mark Rutte, las razones de esta negativa. Porque el 2,1% al que nos aproximamos basta para cumplir los objetivos que nos marca la OTAN, según ha calculado el Ejército; porque el 5% nos empujaría a invertir en armamento no europeo, y de ese andamos sobrados; y porque un salto tan enorme en Defensa nos obligaría a recortar el Estado del bienestar, o sea, el gasto social.

Esas razones son sensatas, y ya las ha venido apuntando el Ejecutivo de manera menos formal. Pero además de ellas hay otra quizá más básica y contundente. Lo apuntamos en este espacio el pasado 4 de marzo. ¿Gastar más en armas? “Que nos expliquen bien para qué”. Ni Rutte ni Trump, ni nadie en la OTAN han explicado nada. El 5% es un lema hueco, una cáscara vacía. Es empezar la casa por el tejado.

Cuando se tiene un proyecto serio, primero se define el qué, la tarea; y el porqué, la finalidad; luego el cómo y el cuándo; y al final, el cuánto. Cuánto dinero hay que poner. Estos de la OTAN no aclaran nada, no detallan nada, no calculan nada. Solo quieren que gastemos más sin saber por qué y en qué. Le hacen la pelota a Donald Trump. Que todo el día va desafiando a países fundadores de esta alianza como Dinamarca, a la que quiere rebanarle Groenlandia; o como Canadá, al que quiere absorber, esto es, destruir como país independiente. Si ese es del destino del dinero, la respuesta es breve. No.