'Tiburón' cumple 50 años: la intrahistoria de la obra maestra de Spielberg que cambió el cine
Con solo 27 años el director rodó uno de los grandes clásicos de los 70, una historia de suspense que revolucionó el entretenimiento e inauguró los taquillazos veraniegos
'Tiburón' cumple 50 años: la intrahistoria de la obra maestra de Spielberg que cambió el cine
Madrid
En 1975 un joven Steven Spielberg revolucionó la industria del cine y el entretenimiento. Mientras sus colegas de generación -Scorsese, Coppola, Brian de Palma o George Lucas- abanderaban lo que se llamó el Nuevo Hollywood de los años 70 al margen de la industria, Spielberg tomó su propio camino, el de cambiar el sistema de estudios desde dentro.
'Tiburón' inauguró la fórmula del taquillazo veraniego con una campaña de promoción enorme, con merchandising y con un público enloquecido que iba a ver la película una y otra vez. Los multicines empezaron a programar sesiones simultáneas y colgaban el 'no hay entradas' todas las tardes. Pero el fenómeno de 'Tiburón' tiene su propia historia, la de una producción y un rodaje que también tuvieron mucho suspense
Los productores compraron los derechos del libro de Peter Benchley antes de que saliera a la venta confiados en que en esa novela había una historia muy cinematográfica. Spielberg, que ya había dirigido 'El diablo sobre ruedas' y 'Loca evasión', se encontró el manuscrito en las oficinas de Universal y se lo llevó a casa. Le atrajo tanto la historia que inmediatamente quiso adaptarla. El escritor, que había trabajado como periodista y se había encargado de los discursos del presidente Johnson, llevaba años obsesionado con un gran tiburón blanco. De ahí que escribiera esta historia sin muchas expectativas pero con la intención de diseccionar las consecuencias sociales, humanas y económicas en una pequeña comunidad. "Mientras Tiburónse estaba preparando para publicarse, mis ambiciones con el libro eran, en el mejor de los casos, modestas. Sabía que no podía ser un éxito comercial. Para empezar, era mi primera novela, y, con contadas excepciones, las primeras novelas tendían a languidecer olvidadas en los estantes de las librerías. Además, era una primera novela sobre una criatura marina, y no se me ocurría ninguna novela sobre criaturas marinas que hubiera obtenido éxito, ni crítico ni comercial", expresó.
Benchely aceptó colaborar en la escritura del guion pero luego las cosas se torcieron. Spielberg introdujo numerosos cambios, recurrió al guionista Carl Gottlieb y el escritor mandó una carta con todas sus quejas al estudio. En la nueva edición del libro reeditada en España por Planeta se puede leer esa misiva enviada a David Brown, coproductor de la película, en la que lamentaba el enfoque de la película. "Me temo que, si aparecieran en pantalla, la gente abuchearía a la película, y no solo los fans de los tiburones, sino también el público en general, por ser una farsa absurda. Es más, creo que perjudica a la intriga de la historia", decía el escritor, que después tendría un cameo como el reportero que informa desde la playa.
Robert Shaw (1927 - 1978), Roy Scheider (1932 - 2008), and Richard Dreyfuss en la promoción de 'Tiburón' (Photo by Sunset Boulevard/Corbis via Getty Images) / Sunset Boulevard
Finalmente el rodaje empezó sin estar terminado el guion y algunas escenas se irían reescribiendo sobre la marcha. Spielberg y su equipo se trasladó a Martha’s Vineyard, una isla en la costa de Massachuttes, para empezar un rodaje que también acabó con la paciencia de los vecinos y las autoridades. La película tenía un presupuesto inicial de entre 4 y 5 millones de dólares y acabó costando 12, lo que obligó al presidente de Universal a intervenir y salvar al director, en quien confiaba plenamente y por el que apostó todo. Y de unos 60 días previstos de rodaje la producción pasó a más de 150, es decir casi cinco meses para retratar esa psicosis colectiva y para que Spielberg encontrara todos los planos que tenía en su cabeza. Es conocida su obsesión durante la segunda parte del film por mostrar a los tres personajes y el barco solos en alta mar. Ninguna otra embarcación podía aparecer en el horizonte ni en plano, lo que era difícil en una zona muy transitada.
Además Spielberg no quería rostros famosos, sino actores que representaran al hombre corriente. El problema fue que los intérpretes elegidos dudaban del propio director por su inexperiencia e improvisaciones, tanto que lo llegaron a criticar en la televisión local, como cuenta un documental por el 50 aniversario de la película que acaba de estrenar Movistar Plus+. Roy Scheider, el jefe policial, venía de protagonizar 'The French Connection' y no soportaba el tiempo entre toma y toma que necesitaba el director para planificar y corregir las escenas. Richard Dreyfus, el científico experto en escuálidos que ya había participado en títulos como 'El Graduado' y 'American Graffiti', llegó a decir que se arrepentía de haber aceptado el papel. "Solo me criticó a mí mismo, pero como actor ha sido un error". Y el británico Robert Shaw había trabajado en 'El Golpe' y era conocido por sus malas pulgas, su afición al alcohol y su mala reacción con Dreyfus.
Pero el auténtico protagonista era el gran blanco, el enorme tiburón que desataba el pánico y que tuvieron que construir. Hicieron tres prototipos mecánicos que solo daban problemas, se hundían, se averiaban... La ausencia del tiburón acabó beneficiando a una película que es una clase maestra de suspense, del uso del punto de vista subjetivo y en la que la gran amenaza se intuye pero no se ve hasta más de la mitad de la historia, lo que generó en el público aún más inquietud. Spielberg tomó muchas referencias de sus grandes referentes, entre ellas un travelling compensado que inventó Alfred Hitchcock en 'Vértigo' y que le sirvió, en el segundo ataque de Bruce - así bautizó al tiburón por su abogado - en una playa abarrotada, para convertir la paranoia en realidad.
Steven Spielberg durante el rodaje de 'Tiburón' (Photo by Dick Yarwood/Newsday via Getty Images) / Newsday LLC
Convertida hoy en película de culto y parte de la cultura popular, 'Tiburón' encerraba también para muchos una crítica al EEUU de la época. Mientras Scorsese preparaba 'Taxi Driver' y Coppola, 'Apocalypse Now', dos de las obras claves de Vietnam, 'Tiburón' hablaba de alcaldes negacionistas, de su poder en los medios de comunicacion y de un sistema capitalista en el que nada importaba si había dinero en juego. Eso pensaba hasta Fidel Castro, que confesó que era una de sus historias favoritas. "Es una espléndida lección marxista que demuestra que el capitalismo arriesga incluso vidas humanas para mantener los mercados en funcionamiento”, le confesó en una entrevista a Oliver Stone.
'Tiburón' arrasó en taquilla, fue la película que más recaudó hasta la llegada de 'Star Wars', desato el pánico en las playas durante algunos veranos y también llegó a los Oscar con cuatro nominaciones. Aunque Spielberg esperaba al menos once. En unos vídeos caseros, el director muestra su frustración al no ser candidato a mejor director. Y eso que competía con Stanley Kubrick, con Milos Forman, con Robert Altman, con Sidney Lumet y con Fellini.
La película ganó finalmente mejor montaje, mejor sonido y mejor banda sonora por esos inquietantes acordes del maestro John Williams. Un sonido primitivo, como un timbal, decía Spielberg, quien la primera vez que lo escuchó pensaba que era una broma. 'Tiburón' colocó a Spielberg en la cúspide de Hollywood, le brindó independencia y libertad para su próximos proyectos, y la película cambió el modelo económico de toda una industria. Redefinió el concepto de blockbuster e inauguró la moda de las sagas y secuelas que, más allá de la historia, solo buscaban beneficios.
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José M. Romero
Cubre la información de cine y series para El...Cubre la información de cine y series para El Cine en la SER y coordina la parte digital y las redes sociales del programa. Los Goya, los Feroz, el Festival de Cannes, Venecia, San Sebastián y Málaga son paradas obligadas durante la temporada audiovisual.