"Aprobé el teórico en marzo y no sé cuándo empezaré las prácticas": más de 300.000 personas esperan para sacarse el carnet por la falta de examinadores y personal administrativo

Madrid

Arturo es un vecino de Trescasas (Segovia) que lleva desde el 10 de marzo esperando a que su autoescuela le indique cuándo puede comenzar las clases prácticas de conducir: "Aprobé el teórico hace ya más de 3 meses, me dijeron entonces que pasaba a una lista de espera de unos 5 meses para comenzar la formación". Con el arranque del verano, argumenta, ha vuelto a contactar con su autoescuela para valorar la posibilidad de iniciarlas: "Me dijeron que igual podría en agosto, pero tampoco están seguros. Ahora están empezando las clases quienes aprobaron el teórico en enero".

El motivo de esa demora casi agónica para muchos que esperan formarse cuanto antes para optar a alguna oposición, puesto de trabajo o simplemente satisfacer sus necesidades de movilidad, no es otro que la falta de examinadores y de personal administrativo en las jefaturas de tráfico. Como Arturo, hay más de 300.000 personas en todo el país que ya tienen su teórico en verde y esperan a examinarse del práctico o bien comenzar las clases.

"Somos conscientes de que la DGT hace lo que puede con los recursos que recibe, pero la situación no es de recibo. Llevamos 20 años sufriendo un mal endémico que se acentúa en el verano y no se le pone solución", argumenta Enrique Lorca, presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas. La Dirección General de Tráfico asegura a la SER que el 97% de las plazas de examinadores están cubiertas, es decir, en estos momentos hay 820 de 900. En 2010, había 888.

En este sentido, Enrique Lorca recuerda que desde marzo de 2019 "cada examinador solo puede realizar 12 pruebas diarias": "Nos parece bien para velar por los estándares de calidad en la evaluación pero, si se reducen los exámenes por cada uno, se debe reforzar la plantilla. Antes podían hacer hasta 16 diarios. Si hay 820 examinadores, para compensar, tendría que haber en torno a 1.200". De ahí que desde la Confederación Nacional de Autoescuelas demanden entre "250 y 300 examinadores más para ganar cierta estabilidad y garantizar el servicio por el que la ciudadanía paga una tasa por adelantado de 94 euros".

En agosto se prevé la incorporación de 119 examinadores interinos, aunque no se sabe todavía cómo será el reparto. Según varias asociaciones provinciales de autoescuelas consultadas, como la de Cataluña, la de Andalucía o Castilla y León, no conocen en qué medida se verán beneficiados de este refuerzo. En el caso de Cataluña, todavía están esperando a que lleguen parte de los 23 interinos que la DGT movilizó el año pasado para esta comunidad. "De los 10 que iban a Barcelona se han incorporado 4 y de los 3 que iban a Girona no ha llegado ninguno a día de hoy", explica Raül Viladrich, presidente de la Federación de Autoescuelas de Cataluña.

"Las jubilaciones se cubren a los dos o tres años. Ahora mismo tengo a dos examinadores a punto de jubilarse y a otra de baja de larga duración por rotura del menisco, una baja que no se va a cubrir", relata Ana María Selva, presidenta de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Albacete. Por otro lado, el presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Córdoba, Rafael Cruz, indica que "han estado un año y medio sin 5 examinadores": "4 se jubilaron y una se dio de baja por maternidad. La tasa de reposición va muy lenta, tarda entre un año y medio y dos".

Sobre esto, la DGT señala que este colectivo profesional tiene una "mayor tasa de reposición", porque cada año acceden aproximadamente 50 examinadores nuevos a través de la Oferta Pública de Empleo. También destaca la plantilla de 15 examinadores itinerantes que se desplazan en momentos puntuales a cualquier centro de examen que lo necesite a nivel nacional. Una medida que las asociaciones de autoescuelas consultadas consideran como un parche.

Más de 57.000 alumnos esperan en Barcelona y 60.000 en Madrid

Según la Confederación Nacional de Autoescuelas, las provincias que más sufren de déficit de examinadores con respecto a la demanda y que tienen a más personas en lista de espera son: Barcelona (57.189), Madrid (60.000), Murcia (14.309), Cádiz (10.000), Girona (8.585) y Córdoba (6.584). En el caso de Cádiz, solo hay 7 examinadores para una cola de 10.000 personas.

Hay otras provincias como Cuenca y Albacete que ya están recibiendo a otras personas de España que ven imposible obtener su permiso de conducir. También los precios imposibles de la vivienda influyen en la ecuación como en el caso de Baleares, donde los examinadores piden traslados a otras comunidades. "La DGT tendría que distribuir a estos funcionarios teniendo en cuenta el nivel de demanda. Hay mucha población flotante que no contempla, por eso no se adapta a la hora de fijar las prioridades", puntualiza Ana María Selva.

A la falta de examinadores se suma el déficit de personal administrativo en las jefaturas de tráfico, algo que reconoce la DGT y que implica que ya los de por sí pocos examinadores asuman la gestión de solicitudes para que el proceso no se atasque todavía más.

Consecuencias para la formación y pérdidas para las autoescuelas

"Tengo a un chaval que se quiere presentar a las oposiciones de bombero y justo esta mañana me ha dicho que no se puede permitir suspender porque no puede esperar para examinarse otros seis meses", explica Claudio Blanco, presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de la Bahía de Cádiz. El Ministerio de Transportes cifra en 300.000 los conductores profesionales de camión y autobús que faltan en el país, a lo que Blanco añade "que no salen porque somos incapaces de examinarlos".

El también presidente de la Unión Federal de Autoescuelas de Andalucía, Rafael Cruz, apunta a cómo afectan las listas de espera al ritmo formativo: "Se corta completamente. Antes si suspendías te podías presentar a la semana siguiente de nuevo. Si como ocurre ahora tienes que esperar hasta 4 meses, el manejo lo has perdido". Por su parte, el vicepresidente de la Federación de Autoescuelas de Castilla y León, José Luis Majo, insta a la Administración a "asumir su responsabilidad": "Dice que no habría tantas listas de espera si el porcentaje de aprobados fuera mayor. Por supuesto que eso sería así, pero a fin de cuentas la demanda es la que es y la ciudadanía paga una tasa".

"Tenemos mucho trabajo, pero no podemos cogerlo muchas veces porque no hay posibilidad de examinarse. No vamos a dar clase porque sí", lamenta Enrique Lorca, presidente de la CNAE, "es como si fuéramos un hotel de 80 habitaciones y, a pesar de tener clientela para ocuparlas, nos dicen que solo podemos usar 40". Las consecuencias, reconoce, es que muchas autoescuelas se ven obligadas a cerrar: "Han dejado de funcionar 1.407 en los últimos 10 años, con especial perjuicio en las autoescuelas rurales".

Estas últimas viven prácticamente del verano, con en torno al 70% de sus ingresos obtenidos en esta época gracias a la vuelta de muchos estudiantes a sus pueblos por las vacaciones: "Si solo puedes llevar a examen a dos alumnos no te renta mantener las instalaciones abiertas, es una ruina".