Irán, la amenaza nuclear de la que todos sospechan pero nadie tiene pruebas
El OIEA, el SIPRI y hasta la Inteligencia de Estados Unidos han reconocido que no hay ningún indicio de que Irán esté cerca de fabricar un arma nuclear

Un empleado en el Centro de Investigación Nuclear de Amir Abad, en Teherán / Yannis Kontos

Primero Israel y luego Estados Unidos han justificado sus operaciones militares contra Irán por el supuesto riesgo de que este país esté cerca de tener capacidad para tener un arsenal atómico. "Irán no puede tener una bomba nuclear", ha sido la frase más repetida por Trump y también por Netanyahu en los últimos días.
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Ahora bien, con los datos oficiales en la mano, no hay indicios de que el régimen iraní esté realmente cerca de fabricar ese armamento. El Organismo Internacional de la Energía Atómica, el regulador mundial, es el primero en reconocerlo. Aunque este mismo mes ha admitido por primera vez en 20 años que cree que Irán no está cumpliendo con los criterios de transparencia a los que está obligado en el desarrollo de su programa nuclear, también su director general, Rafael Grossi, admitía hace unos días en la CNN que "no tenemos ninguna evidencia de que Irán esté haciendo esfuerzos sistemáticos para tener un arma nuclear".
Estas declaraciones fueron de hecho citadas por las autoridades iraníes días después para acusar al OIEA de no hacer lo suficiente para evitar los ataques de Israel contra instalaciones dedicadas en el país a su programa nuclear.
Otro organismo que monitoriza el armamento nuclear en todo el mundo, el Instituto de Estudios para la Paz de Estocolmo, ha admitido a la SER que no hay constancia de que Irán enriquezca uranio con el fin de llegar a producir una bomba atómica, mientras que recuerda que en cambio Israel sí tiene 90 cabezas nucleares. En otra intervención ante los medios, el director de esta organización, Dan Smith, ha admitido que "de momento no hay pruebas contra Irán, son solo especulaciones", al tiempo que recordaba que incluso teniendo uranio enriquecido suficiente, el proceso para fabricar una bomba atómica lleva una considerable cantidad de tiempo y capacidad militar.
Dudas hasta en Estados Unidos
A Donald Trump le persiguen desde hace semanas las palabras de la directora de la Inteligencia estadounidense cuando testificó en el Congreso de Estados Unidos en marzo. Tulsi Gabbard dijo entonces que los servicios de Inteligencia "siguen considerando que Irán no está fabricando un arma nuclear y el líder supremo Jamenei no ha autorizado el desarrollo del programa de armas nucleares que se suspendió en 2003".
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Trump ha restado importancia a estas declaraciones de Gabbard cada vez que le han preguntado, demostrando así que ha ignorado la evaluación de sus propios servicios de Inteligencia. Gabbard ha admitido esta misma semana que ahora sí piensa que quizá Irán pudiera tener capacidad para fabricar armas nucleares "en cuestión de semanas".
El OIEA sí ha reconocido que desde la ruptura del pacto entre Estados Unidos e Irán, con el que acabó Trump en 2018, el régimen iraní ha podido llegar a enriquecer uranio al 60%, muy por encima del 3,67% al que se comprometía como máximo en dicho acuerdo. Para fabricar un arma nuclear se necesita uranio enriquecido al menos al 90%.
Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó a la Cadena SER en 2005 y desde entonces ha formado...




