El análisis de un experto sobre la escalada de tensión en Oriente Próximo: "Descartaría el riesgo de una Tercera Guerra Mundial"

Madrid

Este lunes 23 de junio se celebra en Países Bajos la cumbre de la OTAN, en un contexto de máxima tensión internacional debido a la implicación de Estados Unidos en los recientes ataques contra Irán. Todas las miradas están ahora puestas en el régimen de los Ayatolás y en cuál podría ser su respuesta.

"Lo más probable es que intente dar una respuesta contundente pero que a su vez evite una posible escalada del conflicto que pueda acabar con la caída del régimen. Disponen de múltiples opciones como atacar a bases militares estadounidenses, cortar el estrecho de Ormuz o llevar a cabo un ciberataque", ha explicado en La Ventana Andrea Rizzi, corresponsal de Asuntos Globales del diario El País.

Entre las posibles respuestas del régimen iraní, también se contempla el riesgo de que retome su historial de acciones encubiertas y atentados en territorio internacional. "Los servicios de inteligencia y todos los gobiernos occidentales mantienen esta opción presente y están preparados. Es una posibilidad que encaja dentro de ese grupo de respuestas que no contemplan una rápida escalada", ha contado el periodista.

Por otra parte, Irán no cuenta con aliados con los que hacer frente a esta ofensiva. "Tiene relaciones muy estrechas con países como Rusia o China, pero nunca querrán involucrarse en un conflicto como este. En la región todos sus posibles aliados se han caído o se han visto muy debilitados por la acción de Israel", ha comentado el corresponsal.

El papel que puede jugar Europa en este tablero geopolítico, en cambio, sigue siendo incierto ¿Tiene alguna capacidad real de mediación? "Debemos ser realistas y asumir que la diplomacia y el multilateralismo no tiene cabida en este conflicto, ni en este mundo de imperialismos, fuerzas desatadas y naciones decididas a lanzar sus intereses por encima de las instituciones y normas. Sin embargo, a medio plazo, una alianza de intenciones de la Unión Europea podría llegar a ser una vía de reconstrucción, pero no ahora", ha explicado Rizzi.

"Descartaría el riesgo de una Tercera Guerra Mundial. El resto de potencias mundiales no tienen ningún interés en verse involucradas. Sin embargo, las consecuencias del conflicto regional sí pueden ser globales: el precio del petróleo, el incremento de la inflación y una nueva ola de refugiados a países seguros", ha finalizado Andrea Rizzi.