"Me invitaron a irme": el día que Millás fue expulsado del seminario por lo que escribía en su diario

En una de sus intervenciones en La Ventana de la SER, el escritor Juan José Millás ha compartido un episodio que marcó profundamente su vida: su paso por el seminario y cómo un diario personal, escrito durante el noviciado, terminó provocando su expulsión del seminario.

"El caso es que en el noviciado, es un año fantástico, porque es un año en el que estás contigo mismo, meditando, orando", explica Millás. Ese año de introspección y recogimiento "tiene como objetivo preparar a los jóvenes para los estudios filosóficos y teológicos; pero también es un año de descubrimiento interior".

Una de las prácticas del noviciado era llevar un diario espiritual. "Por las noches llevabas un diario de cómo había ido el día", recuerda Millás. Lo que parecía un ejercicio íntimo de reflexión, en realidad tenía un lector inesperado, pues "ese diario lo veía tu director espiritual", comenta.

Y fue precisamente ese diario el que cambió el rumbo de su vida. "Como consecuencia de la lectura de ese diario, me invitaron a irme", confiesa. En esas páginas, Millás volcaba sus dudas, sus reflexiones teológicas, sus pensamientos más íntimos y conflictivos. "Eran mis reflexiones, mis dudas teológicas con 18 años".

La lectura de esos textos llevó a sus superiores a concluir que no tenía 'madera' para la vida religiosa. "Me dijeron: 'Mira, no está clara tu vocación'". Pero Millás cree que había algo más: "Yo creo que también había un poco el temor de que contagiara a mis compañeros, de que una manzana podrida estropeara el resto".

La decisión no fue suya, aunque la asumió. "Me invitaron a irme por las cosas que yo escribía en el diario. Si no me hubieran invitado a irme, pues vete a saber," reflexionaba el escritor con cierta ironía.

La salida del seminario fue un golpe emocional para Millás. "Tuve una sensación tremenda de haber desahuciado a mi familia, a mis padres. Y luego a mí mismo". Después de tres años de vida intensa y estructurada, enfrentarse al mundo exterior fue un proceso difícil porque "tardas en pillar punto a la vida, en recolocarte; tu identidad cambia".

Con el paso del tiempo, Millás reconoce el valor simbólico de aquel diario. "Daría cualquier cosa por recuperar ese diario", concluye con nostalgia.