Si piensas en corrupción, piensas en construcción, pero este experto pone el foco en la sanidad: "Es todavía más peligroso"
"Sanidad está adoptando procedimientos que permiten una mayor agilidad, aunque con menor supervisión"

Si piensas en corrupción, piensas en construcción, pero este experto pone el foco en la sanidad: "Es todavía más peligroso"
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Cuando se habla de corrupción en la contratación pública, la imagen que suele venir a la mente es la de grandes obras de infraestructura: autopistas, aeropuertos, urbanizaciones. El sector de la construcción ha sido históricamente uno de los más asociados a prácticas corruptas, debido a la magnitud de los contratos, la complejidad técnica y la frecuente connivencia entre intereses públicos y privados. Sin embargo, hay otro ámbito donde los riesgos son igual de altos, o incluso mayores, y que, paradójicamente, recibe mucha menos atención mediática: la sanidad.
Así lo advierte Julio Tejedor Bielsa, catedrático de Derecho Administrativo en la Universidad de Zaragoza y uno de los mayores expertos en contratación pública en España. En una reciente entrevista con Javier del Pino en el programa A vivir que son dos días de la SER, Tejedor lanzó una advertencia clara: "El sector sanitario es todavía más peligroso en términos de corrupción que el de la construcción".
Un terreno fértil para la opacidad
Tejedor, que también ha ocupado cargos de responsabilidad en el Gobierno de Aragón, explicó que en el ámbito sanitario confluyen dos factores especialmente delicados. Por un lado, se trata de contratos de gran volumen económico, y por otro, existe una tendencia creciente a flexibilizar los controles legales que rigen su adjudicación.
"La paradoja es que, mientras la legislación de contratos públicos busca garantizar la transparencia, la libre competencia y el buen uso de los recursos públicos, en sanidad se están explorando fórmulas para eludir parte de ese rigor", señaló. Esto ocurre, por ejemplo, con los medicamentos de precio regulado o con ciertos servicios sanitarios considerados "prestaciones a las personas", que se acogen a regímenes más ligeros de contratación amparados por directivas europeas.
Esta flexibilidad, aunque pensada para agilizar la gestión y responder con rapidez a las necesidades del sistema sanitario, puede convertirse en un arma de doble filo. "Se están buscando mecanismos que permiten aligerar el control, lo cual hace que las cosas sean todavía más delicadas, más peligrosas", advirtió el catedrático.
¿Por qué es más peligroso?
A diferencia de la construcción, donde los contratos suelen ser visibles (una carretera, un hospital, un puente), en sanidad, muchas de las contrataciones pasan desapercibidas para el gran público. "La compra de medicamentos, la externalización de servicios, los convenios con empresas tecnológicas o farmacéuticas, o la gestión de recursos humanos son procesos complejos, técnicos y, en muchos casos, opacos", explica Tejedor.
Además, el componente emocional y ético que rodea a la sanidad añade una capa de complejidad. "Estamos hablando de servicios esenciales, que afectan directamente a la salud y la vida de las personas. Cualquier desviación en la gestión de estos recursos no solo tiene un coste económico, sino también humano", subrayó Tejedor.
La necesidad de límites claros
El experto insistió en la necesidad de establecer límites normativos más claros y reforzar los mecanismos de control, especialmente en sectores tan sensibles como el sanitario. "Hay que poner límites claros. No se trata de obstaculizar la gestión, sino de garantizar que se hace con criterios de legalidad, eficiencia y equidad", afirmó.
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Contratación pública, corruptos y corruptores
En un contexto donde la digitalización, la inteligencia artificial y la colaboración público-privada están transformando la sanidad, Tejedor advierte que es más urgente que nunca revisar los marcos legales y adaptarlos a los nuevos desafíos. "La corrupción no solo está en el cemento, también puede esconderse en una receta médica, en un contrato de suministro o en una licitación aparentemente técnica", concluyó.




