Hora 25Actualidad
Internacional

Svetlana Tijanóvskaya: "Todos seguimos siendo objetivos del régimen de Lukashenko, pero hay gente dentro que quiere cambios"

La líder de la oposición bielorrusa habla con la SER horas antes de reencontrarse con su marido, encarcelado durante cinco años después de anunciar su intención de presentarse a las elecciones

La opositora bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya durante la entrevista en Madrid

Svetlana Tijanóvskaya mira de frente y no duda ni se traba una sola vez cuando detalla la opresión del régimen de Lukashenko, sus vínculos con Putin y el riesgo para todas las democracias de que ambos salgan victoriosos de la invasión de Ucrania.

La dirigente bielorrusa, que se convirtió en la principal voz contra Lukashenko tras la detención de su marido en 2020, nos atiende en la sede del Real Instituto Elcano en Madrid horas antes de reencontrarse con su esposo, liberado poco después sin que en ese momento se supiera que iba a suceder.

Pregunta: Usted vive exiliada en Lituania y hace poco contábamos en la SER que los opositores bielorrusos deben tomar muchas precauciones en el extranjero. ¿Teme por su seguridad?

Respuesta: Antes de nada, quiero recordar que la peor situación la viven todas las personas que están prisioneras en Bielorrusia y que viven con miedo al régimen de Lukashenko.

Pero sí que la represión de Lukashenko se ha vuelto transfronteriza y los que vivimos exiliados tampoco nos sentimos seguros porque también nos amenazan. Hay gente que ha desaparecido. Además, la gente que trabaja con nosotros tiene también familiares en Bielorrusia que han sido amenazados e intimidados. Todos somos objetivos del régimen.

P: ¿Cómo es ahora mismo el día a día para esas personas amenazadas o detenidas en Bielorrusia?

R: Hay una represión e intimidación brutales. Cada día entre 15 y 20 personas son detenidas en Bielorrusia por sus opiniones políticas, por estar contra Lukashenko y contra la guerra de Ucrania. Nosotros intentamos apoyarles y apoyar a sus familias. Hay al menos 1200 personas encarceladas por sus opiniones políticas, han sido acusados injustamente.

P: ¿Tiene alguna posibilidad su movimiento de tener influencia dentro del país y hacer frente al régimen?

R: Nuestro movimiento pasó a ocultarse en Bielorrusia, pero eso no significa que quien piense como nosotros esté inactivo. Promueven actividades a escondidas, pero yo les pido que no se sacrifiquen en vano en este momento. Nuestra oportunidad llegará. Les pido que hagan lo que puedan, pero que se mantengan a salvo, necesitamos que estén vivos y libres y no en la cárcel. Ya tenemos suficientes personas en prisión.

También hay gente dentro del régimen de Lukashenko que quiere cambios

—  Svetlana Tijanóvskaya

Nuestra labor es coordinar las acciones de los que están en el exilio con aquellos que siguen en el país. Y en ese sentido, hay gente muy valiente en Bielorrusia que nos da información de lo que pasa en el país, de en qué se gasta el régimen el dinero, de cómo Lukashenko gana dinero con la sangre de los ucranianos produciendo equipamiento militar para Rusia. Obtenemos información también de gente muy vinculada al régimen, por lo que hay también bielorrusos en el régimen que quieren cambios.

P: Putin y Lukashenko no desaprovechan la oportunidad de mostrar su sintonía. ¿Teme que llegue en un momento en el que no tenga un país por el que luchar porque haya sido absorbido por Rusia?

R: Lukashenko no sobreviviría un solo día sin el apoyo político y económico de Putin. Rusia a cambio quiere borrar todo cuanto es bielorruso, nuestra identidad, al igual que está haciendo en los territorios ocupados en Ucrania en este momento.

Los europeos no pueden dejar que esto suceda porque esta actitud es un riesgo para toda la región. Mientras Lukashenko perdure en el poder, seguirá siendo un peligro para los países vecinos, muchos de ellos miembros de la OTAN. La independencia de Bielorrusia tiene un interés estratégico para toda la región.

P: ¿Y es realmente posible que los bielorrusos fuercen un cambio desde dentro?

R: Debemos convencer a los bielorrusos de que Europa es sinónimo de prosperidad y respeto mientras que Rusia es sinónimo de pobreza y guerra.

Imagina una sociedad que ha vivido tanto tiempo bajo una dictadura y bajo la influencia de Rusia durante años. Hay que abrir un nuevo mundo ante ellos, un nuevo escenario democrático, hay que explicarles cómo funciona la democracia. Por eso pedimos a nuestros aliados demócratas que den más opciones a los bielorrusos para que viajen, que les den más visados, que no cierren la frontera, que no nos dejen detrás de un telón de acero. ¿Cómo puedes confiar en la democracia si no ves cómo funciona, cuál es su aspecto, si no la puedes sentir?.

Hay que castigar al régimen de Lukashenko pero manteniendo los brazos abiertos a la sociedad bielorrusa.

P: ¿Confía en el apoyo de la Unión Europea?

R: La Unión Europea está en el lado de las fuerzas prodemocráticas de Bielorrusia. Ha mantenido una posición fuerte contra el régimen de Lukashenko en forma de sanciones. Ha logrado aislar al régimen.

También han reconocido a las infraestructuras que estamos creando los opositores en el exilio. Por supuesto que se puede hacer más, que se puede endurecer aún más la posición contra este dictador. Si los dictadores ven alguna duda, lo consideran una debilidad. No respetan el mundo democrático, lo ven como sociedades débiles, pero las democracias tienen herramientas para luchar y derrotar a los dictadores.

Las dictaduras son como un cáncer, si tienen la oportunidad se extienden hasta la última célula. Por esto nuestra prioridad es que la Unión Europea mantenga su apoyo a la oposición bielorrusa y que esté abierta a la ciudadanía bielorrusa para hacer frente a la propaganda rusa que envenena las narrativas en el país.

P: Alerta del riesgo a una pérdida de soberanía en Bielorrusia y lo ha unido en muchas ocasiones a la invasión de Ucrania. ¿Teme que Ucrania tenga que ceder territorio para alcanzar la paz?

R: Rusia persigue los mismos objetivos en Bielorrusia y en Ucrania. En Ucrania quieren subyugar el país con misiles y bombas, mientras que en Bielorrusia lo hacen mediante el régimen de Lukashenko, que sostiene el poder contra el interés de la mayoría de la nación. Es capaz de vender nuestra soberanía sólo para sobrevivir políticamente.

La paz en Ucrania no debe significar que este país se convierta en una tarta que puede ser cortada en trozos

—  Svetlana Tijánovskaya

Si el final de la guerra conlleva una victoria política de Rusia, se mandará una señal a otros dictadores de que pueden invadir cualquier territorio o iniciar una guerra cuando quieran y las víctimas pensarán que el resto del mundo no podrá apoyarlas o protegerlas. La paz debe ser justa y duradera, no debe suponer un parón corto que permita a Rusia reagruparse y atacar de nuevo.

Horas después de la entrevista, el enviado especial de Donald Trump, Keith Kellogg, llegó a Minsk para entrevistarse con Lukashenko. La mediación de Kellogg fue determinante para la liberación del marido de Tijanóvskaya que, en todo caso, nos había relatado antes sus temores a los gestos de la administración Trump hacia Putin y su entorno.

R: Esta visita no debe ser una señal de que Estados Unidos legitima el régimen de Lukashenko. Comprendemos que la visita puede darse para avanzar en las negociaciones sobre Ucrania, pero no debemos olvidar que Lukashenko es parte de esta guerra, que no puede ofrecer ninguna plataforma fiable para una negociación. A Lukashenko hay que castigarlo, no hay que premiarlo. No podemos normalizar una situación en la que un régimen mantiene a toda una nación aterrorizada porque eso es una represión estalinista.

Pero estamos agradecidos a Estados Unidos y a sus intentos para la liberación de presos políticos.

P: ¿Se imagina volviendo a Minsk?, ¿cómo sería ese primer día en el que esa nación no estaría aterrorizada como usted la describe en el momento actual?

R: La única posibilidad para volver a Minsk es que el régimen sea desmantelado.

Me imagino una gran celebración en las calles de todo el país, será el momento para abrazar a nuestros seres queridos, de celebrar con champán incluso. Y al día siguiente tendremos mucho trabajo por delante. Tendremos que convocar elecciones, que iniciar reformas, cambiar la Constitución para que no vuelva a haber una dictadura nunca más y renovar nuestra economía.

No será fácil, pero creemos que la sociedad bielorrusa está capacitada para convertirse en un país floreciente y en el que puedan confiar sus vecinos. Pero no nos quejaremos porque lo que estamos pasando ahora es horrible y la gente estará muy unida para empezar a construir juntos un país normal, democrático y próspero.

Antonio Martín

Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó...