Detenido 'Fito', el narco más peligroso de Ecuador con una vida de película
'Fito' ha sido hasta ahora la persona más buscada de Ecuador y ha sido recapturado casi un año y medio después de fugarse de la cárcel

El narcotraficante José Adolfo Macías Villamar 'Fito' (d), es custodiado a su llegada a la Base aérea de Guayaquil este miércoles, en Guayaquil (Ecuador). EFE/ Mauricio Torres / Mauricio Torres (EFE)

Madrid
Tras su fuga del centro penitenciario La Roca y una cacería que ha durado 17 meses, el líder de los Choneros se ocultó entre Manabí y Guayas, protegido por una red familiar y financiera. El 25 de junio, José Adolfo Macías Villamar, alias 'Fito', fue atrapado en un operativo militar y policial en la ciudad costera de Manta.
El operativo fue ejecutado de forma quirúrgica, sin disparos y casi sin ruido. El capo fue encontrado en un búnker subterráneo que estaba debajo de lo que parecía la casa de un civil cualquiera. Así, el protagonista de la fuga penitenciaria más vergonzosa del país vuelve tras las rejas, con una extradición a EE. UU. en trámite por siete cargos federales.
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A comienzos de la década del 2000 ya registraba antecedentes por robo. En 2011 fue condenado por narcotráfico y delincuencia organizada. Dos años después, en 2013, protagonizó una fuga de película al escapar en lancha por el río Daule junto a otros 17 presos, aunque fue recapturado poco tiempo después.
En 2020, tras el asesinato de Jorge Luis Zambrano, alias 'Rasquiña', líder de Los Choneros, Adolfo Macías, alias 'Fito', asumió el control de la organización. Desde entonces, consolidó una estructura criminal de alcance internacional: estableció vínculos con cárteles mexicanos, aseguró rutas de tráfico de cocaína hacia el exterior, tomó el control de pabellones enteros dentro de las cárceles del país y convirtió a Ecuador en un punto estratégico del narcotráfico global.
Un preso "VIP"
Todo esto ha hecho que muchos periodistas y denuncias judiciales hayan considerado al narco un "prisionero VIP". Vivía en una celda anómala, en la que disfrutaba de lujos como un baño privado decorado con cerámicas, internet, nevera o aire acondicionado. Asimismo, se habla de fiestas, licor, peleas de gallos y hasta el ingreso de mujeres, todo con la complicidad del personal carcelario.
Además, algunos informes explican que coordinaba extorsiones, asesinatos y operativos logísticos de narcotráfico desde su celda. En su encierro, se reportó que Macías se habría licenciado como abogado penalista, lo cual no deja de ser irónico: un abogado con 34 años de condena por narcotráfico.
Además, durante años no se ejecutaron sus traslados ni su aislamiento en máxima seguridad, a pesar de que organismos de inteligencia lo habían solicitado. Esta inacción prolongada no solo alimentó su influencia dentro del penal, sino que también dejó en evidencia las fallas estructurales del sistema penitenciario y la corrupción que lo rodea.
Se fugó de la cárcel Regional de Guayaquil el 7 de enero de 2024, justo antes de su traslado a una prisión de máxima seguridad. Se cree que se escapó por el muro trasero de la prisión y que luego huyó en lancha con la ayuda de dos hombres.
A las pocas horas, estallaron motines en al menos siete cárceles, coches bomba en las calles, policías y militares secuestrados. Incluso un canal de televisión fue tomado por hombres armados en plena transmisión en vivo. El presidente Daniel Noboa declaró "conflicto armado interno". El país ardió. Y 'Fito', mientras tanto, desapareció.
'El León' vuelve a prisión, pero nadie en Ecuador lo considera un cierre. El mantense es un símbolo de cómo el poder criminal se infiltra en el sistema penitenciario, judicial y político. Su nivel de vida en la cárcel, su capacidad para controlar a su organización desde adentro, y su fuga en medio de una operación sospechosamente perfecta hacen pensar que ha "comprado", o al menos neutralizado, a parte del aparato estatal que debía controlarlo. Y eso, aparte de escandaloso, es un síntoma de que el sistema está roto.




