El 23% de los hombres jóvenes y una de cada ocho chicas niegan la violencia de género: creen que es un invento ideológico
Los jóvenes se sienten menos identificados con el feminismo y aumenta el negacionismo entre una juventud polarizada ideológicamente con las chicas más de izquierdas y con los chicos más de derechas y ultras
Varios jóvenes de 13 y 14 años alumnos de un taller de 'Nuevas Masculinidades' de un instituto cercano a Barcelona. / Marta Pérez (EFE)
Madrid
Más negacionistas, menos feministas, menos identificados con la igualdad de género y más polarizados políticamente. Así con los jóvenes de hoy según el informe Juventud en España 2024 que publica el ministerio de Juventud e Infancia que dirige Sira Rego.
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El estudio constata que la igualdad y el feminismo como una de las banderas de la juventud española empieza a ponerse en cuestión. Tanto ellos como ellas se siente menos identificados con estos valores aunque hay una brecha muy marcada.
El retroceso entre los hombres jóvenes es mucho mayor: el apoyo al feminismo ha pasado del 54% en 2019 al 41% en 2023 y a la igualdad de género del 70% al 50%. Veinte puntos menos.
En las mujeres jóvenes también ha caído el feminismo, del 81% al 67% y la lucha por la igualdad ha pasado del 84% al 76%. A pesar de ese descenso, más de dos tercios de las chica se vinculan con el feminismo y la igualdad de género.
Negacionismo e ideología
Especialmente preocupantes son los datos referidos a la violencia de género. El negacionismo y la consideración de que es un invento ideológico ha avanzado hasta el 23% en ellos. Es casi el doble que en 2019. Entonces era del 12%. Pero además aumenta del 6% al 13% en las chicas.
Hace cuatro años ocho de cada diez jóvenes afirmaba que era uno de los problemas sociales más relevantes. Ahora esa afirmación es respaldada por el 65% de las personas jóvenes.
Además cae el reconocimiento de situaciones de discriminación de género y el apoyo a las políticas públicas de igualdad. En algunos casos hasta diez puntos.
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Disminuye por ejemplo el respaldo a afirmaciones como que es habitual que las mujeres tengan miedo a ir solas por la noche, que hay que sancionar a las empresas que discriminan salarialmente a las mujeres o no las promocionan cuando tienen hijos, la paridad en altos cargos públicos o empresas o que hay que establecer una remuneración para el trabajo doméstico en el hogar.
El informe refleja una juventud ideológicamente dividida y con una marcada brecha de género. Las mujeres se sitúan significativamente más a la izquierda, el 41%. En el centro, el 27% y en la derecha, el 20%.
En cambio, en los hombres se ubican más en el centro derecha: el 33% en el centro, el 25% en la derecha y el 31% en la izquierda. Además, hay un 8% de los hombres jóvenes que votan a la extrema derecha.
La crisis de la vivienda
El informe dedica un capítulo a uno de los problemas más acuciantes derecha la juventud: la crisis de la vivienda. Confirma que España registra una de las edades más altas de emancipación juvenil: a los 30 años frente a la media europea de 26.
El 65% de los jóvenes de 18 a 34 años viven o dependen económicamente de sus madres o padres. En los países nórdicos es del 19%. Entre 2011 y 2023, el porcentaje de jóvenes que vive con sus padres ha aumentado en doce puntos en España. En Suecia, Dinamarca o Alemania ha disminuido.
Seis de cada diez jóvenes aún reside en España con sus progenitores. El perfil del 40% de quienes se emancipa es el de una mujer joven de más edad, con estudios y empleo o bien jóvenes de origen extranjero que son más independientes por la falta de redes familiares.
Riesgo de pobreza
La maternidad y la paternidad es un factor de riesgo de pobreza, especialmente en hogares vulnerables y monoparentales. El informe destaca que el coste de un hijo es de 758 euros al mes.
También alerta de que estamos ante una generación inquilina en riesgo de pobreza. Más de la mitad de los jóvenes de 16 a 29 años viven en régimen de alquiler frente al 19% de la población general.
Un joven debe dedicar el 92% de su salario alquiler al pago del alquiler. Los hogares jóvenes vulnerables, los monoparentales o los que viven en las ciudades son los que afrontan más dificultades.