"Nos centramos en el presupuesto, pero lo valioso para los corruptores y los corruptos es la capacidad de decisión"
Julio Tejedor, catedrático de Derecho Administrativo, ha abogado por la implantación de un sistema que prevenga las malas decisiones en las administraciones públicas
"Nos centramos en el presupuesto, pero lo valioso para los corruptores y los corruptos es la capacidad de decisión"
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Madrid
Los recientes escándalos de corrupción han vuelto a poner sobre la mesa un tema que ha marcado profundamente la historia de la política española. Desde el caso Gürtel hasta el caso Palau, son varios los episodios corruptos más sonados de nuestro país. La trama Koldo y la posible implicación del número tres del PSOE, Santos Cerdán, en los amaños de obra pública mantienen a la actualidad política centrada en este asunto. Y es que, aunque el foco suele estar en el dinero que unos u otros se han podido llevar, hay un aspecto aún más relevante a la hora de desarrollar un sistema corrupto: el poder de decisión.
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En este contexto, Javier del Pino ha contado en A vivir que son dos días con Julio Tejedor, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Zaragoza y experto en contratación pública, quien además ha ostentado distintos cargos de responsabilidad en el Gobierno de Aragón. Tejedor ha incidido en que, al hablar de corrupción, lo verdaderamente valioso no es el presupuesto.
“Dentro de la gestión pública siempre hay quien ofrece, en determinados ámbitos, algunos favores o presenta ciertas actitudes que pueden dar lugar a un caso de corrupción”, señalaba. Por ello, la base de un delito así no tiene que estar siempre relacionada con el dinero, sino con el intercambio de favores por bienes. El propio Tejedor relató una experiencia personal durante su etapa al frente de la Dirección General de Vivienda en Aragón, cuando un constructor le preguntó si alguno de sus familiares necesitaba una vivienda, sugiriendo que podrían establecer una relación provechosa.
“Desde la sociedad focalizamos en el presupuesto, y realmente lo valioso para los corruptores y los corruptos es la capacidad de decisión, de tomar decisiones discrecionales en las que hay margen de maniobra”, destacaba Tejedor, quien durante su etapa al frente de la Dirección General de Urbanismo de Aragón, en plena burbuja inmobiliaria, recibía continuamente propuestas “demenciales”.
Un sistema común para prevenir la corrupción
“Me acuerdo de que vinieron con un planteamiento de modificación de un plan general recién aprobado para hacer una urbanización con campo de golf en una zona inundable del Ebro”, confesaba. Él respondió con un no rotundo, pero otra persona en su lugar podría haber habilitado esa construcción, con todos los riesgos que ello implicaría. Por eso, considera que sería positivo establecer un criterio común.
“Lo que no tenemos, y deberíamos tener, es un sistema claro de banderas rojas mediante el cual la propia administración pudiera realizar evaluaciones específicas sobre determinados tipos de decisiones”, explicaba Tejedor, quien insistía en que estas decisiones, totalmente descabelladas, pueden respaldar posibles casos de corrupción, pero también pueden deberse a la ignorancia.
Contratación pública, corruptos y corruptores
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