El Parlamento alemán aprueba suspender la reunificación familiar durante dos años para extranjeros no asilados
El nuevo proyecto de ley concierne a unas 380.000 personas, en su mayoría inmigrantes sirios o afectados por una guerra civil en sus países de origen
Ferat Kocak (Die Linke), miembro del Bundestag alemán, participa en la sesión parlamentaria en la que se ha aprobado la suspensión de la reunificación familiar. / picture alliance
Berlín
Tras un acalorado debate, el Parlamento alemán, el Bundestag, ha aprobado suspender completamente la reunificación familiar durante dos años para los extranjeros con estatus de protección limitada. El proyecto de ley presentado por el gobierno de coalición de conservadores (CDU/CSU) y socialdemócratas (SPD) ha salido adelante en votación nominal gracias al apoyo de 444 diputados. Entre ellos se encuentran los del partido de ultraderecha Alternativa por Alemania, quienes consideran la nueva norma “un pequeño paso en la dirección correcta” e incluso se ufanan de que el Ministerio del Interior ha adoptado ideas de su partido en la redacción de la norma. Por el contrario, 135 diputados de las filas de Los Verdes y La Izquierda la han rechazado, calificándola de “despiadada”.
Cerca de 4000.000 afectados
El nuevo proyecto de ley concierne a unas 380.000 personas, en su mayoría inmigrantes sirios o afectados por una guerra civil en sus países de origen. Reciben un permiso de residencia por un periodo inicial de tres años, con opción a prórroga. A partir de ahora, no podrán solicitar reunirse con sus familiares en Alemania en los próximos dos años, lo que implica la llegada por esta vía de unas 12.000 personas menos anualmente. Se trata de personas que no han sido reconocidas en Alemania en virtud de la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados o como solicitantes de asilo, pero a las que se permite quedarse por otros motivos. Es el caso de las personas amenazadas de tortura, pena de muerte o trato inhumano en su país de origen.
“Muchos de estos inmigrantes sin derecho al asilo vienen a Alemania porque es bien sabido que pueden traer aquí a sus familias pese a no estar reconocidos como solicitantes de asilo. Se trata de un importante ‘efecto llamada’ que hoy estamos eliminando”, justifica el ministro federal del Interior, Alexander Dobrindt, de la Unión Social Cristiana bávara (CSU). El político conservador ha asegurado que la medida busca controlar y limitar la inmigración, especialmente “acabar con un modelo de negocio de bandas criminales y contrabandistas”.
“Alemania es y sigue siendo un país cosmopolita”, ha afirmado el político conservador al inicio del debate parlamentario. Sin embargo, “la resiliencia de los sistemas sociales, el sistema educativo y asistencial, y el mercado inmobiliario tiene sus límites”. “Por lo tanto, la inmigración a Alemania también debe tener sus límites. Y lo estamos reflejando políticamente”, ha añadido.
El discurso del ministro ha estado acompañado de abucheos y protestas. Los Verdes y La Izquierda califican la ley de “despiadada”, porque supone “sufrimiento, muy concreto y muy real” para las familias: “Quienes desean la integración deben reunificar a las familias. Es un factor clave”, ha asegurado Marcel Emmerich, portavoz de política interior de Los Verdes. Ambos grupos han arremetido contra los socialdemócratas por su apoyo incondicional a la nueva norma.
La ley sobre la suspensión de la reagrupación familiar es el primer gran proyecto de política migratoria del nuevo Gobierno federal.