Este analista compara la situación de la ultraderecha en Hungría con la de España y lanza un aviso: "No nos deja ver el bosque"

Madrid

El presidente de Hungría, Viktor Orbán, ha prohibido por ley la marcha del Orgullo LGTBI en el país y ha anunciado sanciones a todas aquellas personas que se reúnan con el objetivo de celebrar esta efeméride: "El derecho a la protección de los niños prevalece sobre las demás libertades, así que pedimos que no se acuda porque hay un sistema legal claro que establece qué debe prevalecer". Entre otras cosas, el gobierno húngaro ha asegurado que se arrestará a todas aquellas personas que salgan a las calles a manifestarse. También al alcalde de Budapest, Gergely Karácsony, si permite la celebración del evento programado para este sábado en el que habrá desfile, discursos y conciertos.

Sin embargo, los organizadores del evento insisten en que van a llevarlo a cabo independientemente de las amenazas del gobierno y la policía. Un nuevo pulso entre la ciudadanía y el gobierno que demuestra la fragilidad de Viktor Orban y la revolución de una sociedad que ya está harta de sus decisiones autócratas. Un tema sobre el que hemos hablado en el Hoy por Hoy de la Cadena SER, donde Víctor Lapuente ha comparado la situación actual de Hungría con la que se vivía en España en los años 80 y 90: "A mí me gusta calificar la situación en Hungría no de retroceso de las libertades, sino de reacción frente al avance de las libertades. Hablábamos antes de la España de los años 80 y 90, pues me recuerda mucho la Hungría de estos momentos".

Orbán pierde apoyos entre los más jóvenes

Principalmente porque el apoyo al matrimonio de personas del mismo sexo no deja de crecer en el país: "Hace 10 años, el apoyo al matrimonio homosexual en Hungría era apenas del 30% y ahora ha subido al 47%. Estamos ya prácticamente la mitad de la población húngara a favor del matrimonio y dos de cada tres húngaros consideran que debe haber algún tipo de reconocimiento legal a las parejas gays. Solo el 17% está completamente opuesto a cualquier tipo de reconocimiento. Ese es el apoyo sociológico que tiene Orbán".

Sin embargo, el presidente de Hungría hace caso omiso a las necesidades de sus habitantes y anuncia medidas cada vez más restrictivas que representan a cada vez menos ciudadanos: "Luego tiene un aparato del Estado, una administración y unos servicios policiales brutales, pero el apoyo sociológico lo está perdiendo. Y frente a ese tsunami del cambio sociológico, cualquier dique que intente contenerlo por parte de un presidente con aspiraciones autócratas como Orbán, desde luego yo creo que acabará colapsando".

La revolución húngara

Por lo tanto, Víctor Lapuente manda un claro aviso a España: "Yo creo que lo que nos pasa en general con la extrema derecha es que el árbol de Orbán no nos deja ver el bosque húngaro. Ya pasó en Polonia, cuando el partido Ley y Justicia no nos dejaba ver lo que había realmente en el país y ahora nos sorprendemos de que tengan de líder a un presidente como Donald Tusk, perfectamente homologable. No lo supimos ver porque no supimos ver el cambio generacional que está produciendo nuestros países. En Polonia la gente joven quiere vivir como la Unión Europea".

De esta manera, el analista cree que Hungría podría enfrentarse próximamente a un gran cambio generacional: "Quizás tardan unos años, pero lo hemos visto en Polonia y espero que lo podamos ver en Hungría. Eso sí, hay una diferencia cualitativa, el control que tiene Orbán sobre todo el aparato estatal y sobre las empresas. Eso sí que viola cualquier legislación europea. Seguramente no puedes contratar si en tu empresa tienes algún tipo de reconocimiento de las parejas homosexuales, etcétera, ¿no? Entonces eso sí que es preocupante".