Viajar o hacer turismo: una mirada filosófica desde el Archivo de Indias (Sevilla)
José Carlos Ruiz reflexiona en 'La Ventana' sobre la diferencia entre viajar y hacer turismo, reivindicando el viaje como una experiencia transformadora y filosófica

Viajar o hacer turismo: una mirada filosófica desde el Archivo de Indias
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
En tiempos donde viajar se ha convertido en una prioridad vital para muchos, cabe preguntarse: ¿viajamos realmente o simplemente hacemos turismo? Esta fue la reflexión que ha planteado el filósofo de cabecera, Jose Carlos Ruiz, en una reciente edición de La Ventana de la Cadena SER emitida desde el Archivo de Indias en Sevilla. Un lugar donde, como se dijo en antena, "no hay imaginación, sino testimonio de la historia".
Desde el inicio, la conversación giró en torno a una pregunta aparentemente sencilla: ¿Qué significa viajar? Para Ruiz, la diferencia entre el viajero y el turista es esencial. "El viajero se deja llevar; llega a un sitio y deja que lo eventual pueda convertirse en esencial, y entonces lo convierta en categoría", afirma. En cambio, el turista "ya va a confirmar todo lo que ha hecho desde el sillón de su casa".
Esta distinción, sin embargo, no estuvo exenta de debate. "Cuando veo que alguien subraya esa diferencia entre viajar y hacer turismo me parece un poco pijotero como argumento", comentó Francino. Ante este comentario, Ruiz reconoce que "el exceso de planificación, ver el hotel, el menú del restaurante, las reseñas del museo, puede matar el asombro". Y añade que "cuando todo está previsto, no hay espacio para la curiosidad, solo para la confirmación".
La conversación se tornó aún más profunda al abordar el sentido filosófico del viaje. "Viajar, como filosofar, comienza con la curiosidad", dijo Ruiz. "El filósofo se acerca a las ideas sin prejuicios, dispuesto a dejarse transformar", mientras que "el viajero, si lo es de verdad, hace lo mismo".
A esta reflexión, la periodista Ariana Carazo relató la experiencia de contemplar la carta que Juan Sebastián Elcano envió al emperador Carlos V tras completar la primera vuelta al mundo. "Saberá tu Alta Majestad cómo somos llegados, diez e ocho hombres solamente, con una de las cinco naos que tu Alta Majestad envió en descubrimiento de la especiaría", se lee en el documento que guarda la filosofía de los viajes que cambiaron el mundo.
Viajar también cambió la filosofía. Ruiz explica que "Platón, tras la muerte de Sócrates, viajó por Egipto y el sur de Italia, donde conoció a los pitagóricos. De esos viajes extrajo ideas que marcaron su pensamiento e incluso su utopía política, plasmada en La República". Esos pensamientos fueron puestos a prueba en Sicilia, donde sus ideales chocaron con la realidad del poder. "Volvió transformado, y en sus últimos escritos, como Las Leyes, corrigió muchas de sus ideas iniciales. El viaje le enseñó que "el papel lo soporta todo, pero la vida no".
Y luego está la aventura. ¿Dónde queda hoy? José Antonio Ponseti, director de Ser Aventureros, lo expresa con claridad: "La aventura viene en el ser humano, es la decisión que tú tomas. Para algunos la aventura es salir de casa y cruzar medio mundo para llegar a un lugar recóndito con una tribu extraña, y para otros simplemente salir de casa".
Ponseti recordó la historia de Fray Mauro, cartógrafo de la corte veneciana, que "nunca viajó, pero cada día bajaba al puerto a escuchar a los marineros". Con sus relatos, dibujaba el mundo. Y explica que ese mapa que dibujaba "creaba su aventura, su imaginación y su viaje".
En un mundo saturado de estímulos, donde la capacidad de asombro parece desvanecerse, Ruiz destaca que "quizás habría que recuperar esa mirada asombrosa hacia lo cotidiano". Porque al final, lo más valioso de un viaje no es lo que estaba en la guía, sino en "ese restaurante que nadie te recomendó, esa fachada que nadie te dijo, ese secreto que tú has descubierto y en donde de repente fuiste feliz".




