Bruselas demuestra su apoyo a la marcha del Orgullo LGTBIQ+ en Budapest

Bruselas

El Orgullo LGTBIQ+ de Budapest se ha convertido en una batalla cultural, que cuenta con una lectura política en Bruselas. Unos 70 eurodiputados van a acudir a la marcha en señal de protesta ante la postura del primer ministro húngaro, Viktor Orban. De esta forma, Europa demuestra su oposición a la represión de la marcha por parte del Gobierno húngaro que, pese a formar parte de la Unión Europea, es uno de los países más polémicos y conflictivos en este sentido.

Entre los representantes europeos que asistirán a la marcha se sitúa la comisaria europea de Igualdad, Hadja Lahbib. La comisaria ha justificado su presencia en la manifestación alegando que la prohibición es un ataque a los valores europeos.

"Estoy en Hungría para celebrar el Orgullo y decirles a nuestros amigos LGBTIQ+: Sed vosotros mismos. Estoy ahí con vosotros", ha comentado en redes sociales.

De forma similar, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, también ha hablado en favor de la marcha del Orgullo en la capital húngara. La presidenta, el pasado jueves, pedía a Orban que permita la manifestación y que esta se celebre sin temor a sanciones penales ni administrativas. "La no discriminación está en el corazón de nuestros tratados", ha señalado Von der Leyen.

"Hago un llamamiento a las autoridades húngaras para que permitan que se celebre el Orgullo de Budapest. Sin temor a ninguna sanción penal o administrativa contra los organizadores o participantes. A la comunidad LGBTIQ+ en Hungría y más allá: siempre seré tu aliado", ha añadido en su cuenta en X.

Por parte de España, altos cargos del Gobierno, como la vicepresidenta, Yolanda Díaz, o el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, también estarán presentes en dicha movilización pacífica.

Asimismo, más de 40 organizaciones LGTBIQ+ y en defensa de los derechos humanos han enviado esta semana una carta, dirigida a la jefa del ejecutivo comunitario, alzando la voz al respecto.

En el escrito se exige a la Unión que abra un proceso de sanción contra Hungría, por la ley que permite usar tecnología de reconocimiento facial para identificar a los asistentes que acudan a la marcha de este sábado.