Eric Clapton y el disco de una obsesión tóxica

Madrid

Hubo una vez un músico que pasó por tantas bandas que al final terminó cantando solo, pero por el camino lo llamaron Dios de la Guitarra, fue un Bluesbreaker, asaltó el Casino con Cream y fundó Blindfaith. También se enamoró de la mujer de su mejor amigo, se compró una mansión en el campo y se enganchó a la cocaína y a la heroína.

Entre todas esas cosas grabó algunas de las mejores canciones de su extensa carrera, una carrera que ha pasado por tantas etapas que se pueden hacer varios programas diferentes de su trayectoria. Clapton ya salió de refilón en el programa que dedicamos a John Mayall y gozó de todo el protagonismo en el episodio que hicimos sobre la breve, pero fascinante, carrera de Cream.

En este episodio ponemos el foco en Dereck and the Dominos, grupo que duró un suspiro pero que dejó un disco eterno con un título maravilloso: Layla and Other Assorted Love Songs. Aquel álbum doble fue el intento del guitarrista de demostrar la pureza de su amor a la mujer de George Harrison. En este sentido fracasó y el disco, a pesar de sus buenas críticas, tampoco triunfó, sin embargo, tiene una historia tremenda, unas canciones poderosas y un contexto de lo más interesante. Hoy vamos a recorrer esta joya de la discografía de Eric Clapton de la mano del periodista Ricardo de Querol y con los reportajes de Lucía Taboada.

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