Esther Martínez, directora de una asociación de derechos civiles, desde Budapest: "Nos amenazan con multas y un año de prisión"
Martínez ha acudido a Budapest para participar en una manifestación del Orgullo en la que temen la represión de grupos ultras

Esther Martínez, directora de una asociación de derechos civiles desde Budapest: "Nos amenazan con multas y un año de prisión"
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Madrid
Miles de personas plantan cara este sábado en Budapest a las políticas y medidas de Orbán que han llevado a la prohibición de la manifestación del Orgullo en la capital húngara. Una manifestación que finalmente se ha llevado a cabo gracias a la insistencia de las asociaciones y población local y que ha contado con la presencia de miembros del gobierno español, como la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, pero también con la de organizaciones LGBTIQ+ y de derechos civiles.
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Hasta Budapest ha viajado, precisamente, la directora de la asociación Reclaim, Esther Martínez, una organización de derechos civiles y de protección del Estado de Derecho en la Unión Europea. "Ahora la situación es de calma", ha asegurado Martínez al comienzo de la manifestación. "Nuestra evaluación de los riesgos en este momento es que la policía al principio de la marcha protegerá a los dignatarios internacionales, pero no tenemos tan claro el trato que darán a la población local", ha reconocido.
Precisamente, han sido las autoridades y el gobierno húngaro los que han avisado a los ciudadanos en Budapest de la posibilidad de sancionar a aquellos que acudiesen a la concentración de este sábado en defensa del colectivo. "Nos amenazan con multas y un año de prisión a personas que, como yo, también promovemos la organización de la marcha y el recorrido", ha denunciado Martínez.
Presión del bando ultra
Además de la prohibición y las amenazas de sanciones, la manifestación se enfrenta este sábado a la advertencia del sector ultra de la sociedad, que ha avisado de una contra protesta en la que tratarán de impedir el paso de la concentración en defensa del colectivo por uno de los puentes de la ciudad.
En relación a si sienten temor, Martínez ha admitido que es "muchísimo" el miedo que tienen. "Creo que va a depender de las órdenes que reciban de Orbán. Es muy posible que haya un cambio de la ruta en el último momento", ha afirmado.
Martínez ha asegurado, además, de que la organización de la manifestación ha seguido la estrategia de poner "al personal diplomático en las calles aledañas" para así "intentar rebajar los ánimos y potencial actitud de la policía si intentara dispersar".




