Qué fue de... Carew, el gigante de Mestalla que reinó en Noruega antes de la irrupción de Haaland

John Alieu Carew (Lørenskog, Noruega, 1979) fue un imponente '9' de área que se alimentó del gol durante una larga carrera. Un nórdico poco habitual en la década de los 90, ya que fue el primer jugador de raza negra en defender la camiseta de la selección noruega. Y haciendo gala del black power -su padre nació en Gambia-, se abrió hueco en la historia de su país entrando en el top 5 de futbolistas con más internacionalidades. También en su paso por España dejó un grato recuerdo, sobre todo en Valencia, donde incluso rozó la gloria en Europa en unos años mágicos para los chés.

No pasaron desapercibidos los 196cm de estatura de Carew desde unos inicios prometedores en el fútbol nórdico. En cuanto cumplió la mayoría de edad salió del equipo de su ciudad para enrolarse en las mejores plantillas de Noruega, donde se presentó ante todo el planeta. Su carrera se abrió paso primero por el Valerenga y después por el Rosenborg, dos etapas en las que ya dio buena cuenta de sus puntos fuertes en competiciones europeas.

Referente de un Valencia dispuesto a soñar

El rematador nato que brilló en el norte de Europa recibió en el verano del 2000 la ambiciosa propuesta de un Valencia CF llamado a mirar a los ojos a los más grandes. Venía el equipo ché de probar el amargor de perder una final de Champions a manos del Real Madrid y Carew fue el elegido para ejercer como referente a partir de entonces en la delantera de un equipo muy bien rearmado con los 'Kily' González, Gaizka Mendieta o Pablo Aimar. Junto a ellos, en su primer año en España, tumbó a colosos de la talla de Manchester United, Arsenal FC o Leeds United hasta repetir en la gran final por segundo consecutivo.

Indiscutible en los planes de Héctor Cúper, John Carew completó incluso los 120 minutos de una final de Champions que se resolvió con agonía en tanda de penaltis. No obstante, para hurgar aún más en la herida valencianista, la suerte les dio la espalda en los lanzamientos. Aunque Carew cumplió anotando el suyo, la gloria terminó arropando al Bayern de Múnich en otro desenlace cruel.

Con este dolor enfiló el Valencia una nueva etapa con Rafa Benítez al mando. Y aunque nunca más volvió a verse la Champions tan cerca, las ansias de celebración sí se vieron satisfechas en cierto modo. El curso 2001/02 sigue siendo recordado entre el valencianismo como aquel en el que el equipo celebró su último título de Liga, desatando la emoción en las calles con Carew como uno de los grandes ídolos de la afición. Con el '7' a la espalda, el delantero logró meterse al valencianismo en el bolsillo sin necesidad siquiera de despuntar en cifras goleadoras -sumó 40 goles como ché en sus tres temporadas completas en el club-.

Prototipo noruego que ha dado paso a Haaland

Su despedida de Valencia llegó en 2003, cuando empezó a encadenar destinos en países distintos casi cada año. Roma, Besiktas y Olympique de Lyon fueron sus cambios de aires consecutivos desde entonces, antes de perfilar un final de carrera que echó raíces en Inglaterra. Vivió como 'villano' de la Premier League desde 2007, cuando cayó de pie en la familia del Aston Villa. Fue su etapa más larga en la élite del fútbol, cuatro años en los que hizo gala ya de su veteranía y en los que terminó perdiendo protagonismo. Así, sus últimos cursos en activo se dieron con una cesión al Stoke City y una última aventura en Championship con el West Ham, con quien se retiró en el año 2012 con un ascenso a la Premier bajo el brazo.

Noruega se congratuló durante todos estos años en activos de un delantero de área nato que ha dado forma al prototipo que vienen exprimiendo ahora las canteras de su país. Perfil de ariete grandullón, siempre a tener en cuenta en el juego aéreo y con gran lectura de juego, Carew puso el molde para el surgimiento de nuevos cracks que pretender ser ahora versiones mejoradas. Y es que, de los tristes años noruegos en cuanto a ambiciones futbolísticas, los nórdicos han dado el salto a soñar con citas internacionales apoyados por la pólvora de atacantes como Alexander Sorloth o Erling Braut Haaland.

¿Qué hace ahora?

Sin dejar de ser protagonista en grandes eventos, Carew ha cambiado de registro radicalmente. Y es que, poco después de dejar de acaparar los focos en las áreas, ha comenzado a llevárselos en las Premieres cinematográficas. Porque el futbolista de talla imponente que mantenía pegado delante del televisor a miles de aficionados ha dado un salto inverosímil a la gran pantalla.

Su físico imponente le ha valido para formarse una nueva carrera como actor. Apenas habían transcurrido dos años desde que colgase las botas cuando el noruego debutó en el cine en 'Dead of Winter', una producción canadiense sin demasiada repercusión en España. Ya ha participado en una decena de películas, siendo la más conocida la segunda obra de la saga 'Maléfica', su primera gran filmación de Hollywood junto a superestrellas de la talla de Angelina Jolie o Michelle Pfeiffer. Y para los serial lovers, también podrán contemplar sus dotes interpretativas en series como la noruega 'Home Ground'.

También dentro de esta nueva condición ha probado varias perspectivas distintas. Ha hecho sus pinitos como fotógrafo y como productor cinematográfico, como ha dejado ver en los últimos años en sus redes sociales.

Pero no toda esta etapa ha ido de color de rosa en la vida de Carew. Después de dejar el fútbol se ha visto involucrado en un buen lío judicial donde él mismo asumió su culpabilidad. De hecho, fue condenado a 14 meses de prisión y una multa económica de 52.000€ por evasión fiscal en Noruega por "imprudencia grave", al considerarse que el delito no fue intencionado. Pese al escarmiento, su buena predisposición a solucionar sus irregularidades evitó que el exfutbolista llegase a entrar en la cárcel.