Millás confiesa una de las decisiones más difíciles que ha tomado en su vida: "Me despertaba a las cuatro de la mañana sudando"

Madrid

Juan José Millás lleva dedicándose al mundo de la literatura desde 1975, cuando escribió su primera novela, Cerbero son las sombras. Sin embargo, en aquel momento —y durante muchos años— el colaborador habitual del programa A vivir que son dos días, de Javier del Pino, no podía dedicarse a tiempo completo a su gran sueño. Tenía que aprovechar su tiempo libre para escribir.

"Jamás había pensado en vivir de escribir, con total sinceridad. Ni siquiera me gustaba la idea", explicaba Millás, quien ha confesado que siempre le pareció que le "daba más libertad tener asegurados los garbanzos" en una actividad que no tuviera nada que ver con él ni con sus intereses, y luego dedicarse a escribir en "horas libres".

Todo esto cambió cuando el escritor empezó a ver que sus novelas tenían una gran acogida entre el público, y su trabajo fijo y bien remunerado en la aerolínea Iberia comenzó a ser incompatible con su dedicación a la escritura.

A los 46 años, Millás decidió dejar Iberia, una empresa que ha definido como "un espacio muy protector. Iberia era una empresa que tenía un plus de internacionalización y un plus de prestigio, y a la gente le gustaba mucho trabajar allí", explicaba el valenciano.

"Me despertaba a las cuatro de la mañana sudando y diciendo: 'Dios mío, ¿estaré tomando la decisión correcta?'", confesaba Millás, que en aquel momento tomó un camino muy difícil: al dejar un trabajo fijo, bien remunerado y en una gran empresa para dedicarse por completo a la escritura.

Millás desoyó los consejos de su entorno

"Dejé Iberia sin nada, sin un contrato fijo. Entonces me decían: 'Oye, que los trabajos fijos van a desaparecer, no pierdas esto', y era verdad. Escribía en El País y en medios del grupo Prensa Ibérica, pero sin contrato en ningún sitio", relataba Millás, quien también destacó el pensamiento dominante de la época, cuando se tenía "inyectado en vena el trabajo fijo".

"Tú decías en tu casa: 'Papá, quiero ser escritor', y lo normal era que te diera una torta. Pero si era un padre tolerante, además de la torta te daba un consejo y te decía: 'Hijo, haz una oposición al Ministerio del Interior o a Correos'", confesaba Millás. Aquella decisión le cambió la vida por completo y, afortunadamente, se consagró como uno de los escritores españoles más destacados de la actualidad.