El secretario general de la ONU denuncia en Sevilla que la financiación internacional para el desarrollo se está agotando

Sevilla

Propuestas con ingenio ante la falta de más dinero. Esa podría ser la máxima de esta Cumbre de la ONU en Sevilla sobre financiación de los proyectos humanitarios de los países en desarrollo. Tanto para asuntos de género, de medio ambiente, de salud, de educación, para afrontar crisis urgentes, los más de 60 jefes de estado y/o gobierno y de organismos internacionales aquí presentes ponen el foco ahora en conseguir que las grandes instituciones financieras, alivien la presión de deuda de los países emergentes, muchos de los cuales se ven ahogados por la presión de pago de intereses de esa deuda.

Liberarles de una parte a cambio de que dediquen ese dinero que ahorran a proyectos sociales y humanitarios. También está sobre la mesa la cuestión de la fiscalidad de las grandes fortunas. Si los Estados no pagan más que las grandes fortunas que han conseguido duplicar su riqueza en estos diez años mientras que los más pobres, se han hundido aún más en la pobreza.

Guterres: "La Agenda 2030 está en peligro"

En el discurso del secretario general de la ONU en esta jornada inaugural reconocía que no corren buenos tiempos para la ayuda internacional. “Vivimos en un mundo donde la confianza se está desmoronando y el multilateralismo está bajo tensión. Un mundo con una economía en desaceleración, tensiones comerciales crecientes y presupuestos de ayuda diezmados. Un mundo sacudido por desigualdades, caos climático y conflictos devastadores. El vínculo entre paz y desarrollo es evidente. Nueve de los diez países con los Indicadores de Desarrollo Humano más bajos se encuentran actualmente en situación de conflicto”, ha dicho António Guterres.

Añade que la financiación al desarrollo se está agotando: "La financiación es el motor del desarrollo. Y, ahora mismo, ese motor se está ahogando. Mientras nos reunimos, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible – nuestra promesa global de transformar nuestro mundo para lograr un futuro mejor y más justo – está en peligro. Dos tercios de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible están rezagadas. Alcanzarlos requiere una inversión de más de 4 billones de dólares al año. Pero no se trata sólo de una crisis de cifras. Es una crisis de personas. De familias que pasan hambre”.

El rey Felipe ha recordado en su discurso inaugural que aportar fondos para la financiación humanitaria internacional es cosa de todos y que todos somos responsables de que el mundo no pierda su humanidad. El presidente Pedro Sánchez pide que predomine la solidaridad sobre la indiferencia, en un discurso donde salpicó párrafos en inglés, en francés y en español.

Citando a Bartolomé de las Casas o Francisco de Vitoria habló del derecho humanitario y el derecho de las personas. "Corregir las diferencias, renovar y profundizar el legado humanista. Para conseguirlo lanzamos la plataforma de Sevilla –que se encargará del seguimiento de lo conseguido en esta cumbre-. Afrontar con solidaridad los grandes debates del desarrollo para no dejar a nadie atrás. Mientras que la financiación se reduce drásticamente es el momento de dar un paso adelante, no solo redoblar nuestro compromiso sino aumentarlo", ha asegurado.

A todo esto hay que sumar, que el papel de Naciones Unidas está cada vez más edulcorado, frente a grandes corporaciones que crean sus propias fundaciones o proyectos al desarrollo o empresas particulares que se registran como ONG o grandes organizaciones como Amnistía Internacional y el Fondo de Defensa del Planeta.

Todos requieren financiación y todos la consiguen tanto pública como privada, privando Naciones Unidas de recursos que antes gestionaba y repartía ella.