La reflexión de Berto Romero sobre los dinosaurios y cómo se han degradado con el paso del tiempo

En el Nadie sabe nada cualquier pregunta de la urna puede llevar a Andreu y Berto a los temas más insospechados, los humoristas improvisan sobre cualquier cuestión. En el último episodio una pregunta llegada desde Australia sobre palomas ha acabado derivando la conversación de Berto y a Andreu hacia la evolución, concretamente a la de los dinosaurios.

"Las palomas son descendientes, no diría directos, de los dinosaurios", comentaba Buenafuente, que además, ha imaginado qué pensaría un tiranosaurio "si levantara la cabeza, con lo que ha sido" y ha comparado al reptil con una "paloma de parque" mientras imitaba el movimiento de cabeza característico del ave: "En eso nos hemos quedado... Yo salía a pasear y se cagaba todo el mundo, ahora es ella la que se caga en ti".

El tema les ha dado la posibilidad de divagar sobre Jurassic Park, los nombres de los dinosaurios y hasta sus profesiones. "Ese del cuello larguísimo", comentaba Andreu hablando de la primera escena en de la película en la que se cruzan con un dinosaurio. Después de dudar sobre el nombre y llegar a la conclusión de que era un brontosaurio, han especulado sobre el motivo de la longitud del cuello.

"Para llegar a los árboles como la jirafa", decía Berto, a lo que Buenafuente respondía que también "para hurgar en los cuerpos". Sorprendido por la teoría, Berto ha tirado de ironía: "Sí, para meterse en el culo, era el dinosaurio proctólogo, el tiranosaurio decía, creo que tengo almorranas pero no hay manera de llegarme con estos bracicos". Sumado ya a la broma Andreu ha escenificado cómo hubiera sido: "Hablaba con eco, 'por aquí no se ve nada'". "Lo querían hacer en Jurassic Park pero no pasó el corte", ha asegurado Buenafuente.

"Es devastador. Imagínate haber sido el animal más maravilloso de la creación..."

Después de toda esta vuelta Berto ha podido contar su reflexión sobre la evolución de estos reptiles gigantes: "Es devastadora", ha empezado el humorista. "La mayoría de dinosaurios, cuando se extinguieron, sus cuerpos quedaron en el suelo y fueron sepultados y se convirtieron en petróleo", ha dicho.

Para concluir que el final de todos ellos ha sido ser gasolina: "Imagínate haber sido el animal más maravilloso de la creación, un dios y ahora servir para que arree el vespino de un gilipollas, la motillo, mejor ser una paloma que ser combustible para un idiota".