El debate que va mucho más allá de alargar la edad de jubilación a los 71 años para los jóvenes

Madrid

Un estudio de la Fundación BBVA junto al IBIE ha reflejado que los jóvenes tendrán que trabajar seis años más si, cuando se retiren, quieren conservar el mismo nivel de vida que tenían mientras estaban trabajando, es decir, retirarse a los 71 años para cobrar lo mismo que estando en el mercado laboral. Todo ello, a causa del retraso en la edad a la que empiezan a cotizar los jóvenes, provocado por la precariedad laboral.

El estudio, y los temas de fondo que refleja, han sido debatidos en profundidad en El Abierto de Hoy por Hoy, donde Carlos Sánchez, Joan Subirats y Estefanía Molina han participado en un rico intercambio de argumentos que ha dejado ver diferentes perspectivas, marcadas en parte por el nivel de vida y la edad. Por un lado, la situación de generaciones mayores que afrontaron otros desafíos pero disfrutan ahora de una situación más desahogada; por otro, la de los jóvenes, acuciados por problemas laborales, económicos y vitales de calado.

Estudios, trabajo y precariedad

Uno de los primeros temas abordados en la conversación ha sido el de la entrada cada vez más tardía de los jóvenes en el mercado laboral. Carlos Sánchez ha señalado que esto se produce porque los jóvenes actuales "tienen una mayor formación" que los de generaciones anteriores, pero ha apuntado que otro factor es que en España no existe la cultura de estudiar y trabajar al mismo tiempo.

"En la mayoría de países europeos se compatibiliza el trabajo con el estudio desde los 16 años hasta los 23 o 24 años, que es cuando pueden acabar", ha señalado Sánchez, antes de añadir que "en España es infrecuente y muy raro encontrarte a un universitario más allá de un trabajo de camarero, en fin de semana o verano".

El colaborador ha asegurado que este es "un hándicap que hace que los jóvenes tengan que jubilarse a los 71 años, frente a los 65 a los que nos podemos jubilar la gente de nuestra generación".

La politóloga Estefanía Molina ha comenzado su intervención señalando que la idea de "mantener el nivel de vida" que recoge el estudio que ha dado pie al debate pondría "los pelos como escarpias" a cualquier joven: "Se preguntarán cuál es su nivel de vida y si de verdad merece la pena intentar mantenerlo".

Después, Molina ha recogido el guante de la reflexión de Carlos Sánchez sobre la compatibilidad entre estudios y trabajo y ha matizado que "la renta disponible de un joven es hoy realmente muy baja", porque esa generación se está enfrentando a varias situaciones complicadas a la vez, como "el estancamiento de los salarios, el encarecimiento de la vida y la subida de los precios de la vivienda".

Antes, comprar; ahora, heredar

"Tenemos muchos jóvenes con muchas titulaciones, pero luego vemos que los trabajos a los que a menudo pueden optar no corresponden con lo que merecerían cobrar", explicaba Molina.

La periodista ha asegurado que, analizando estos cálculos de BBVA, se ha dado cuenta de que "estos jóvenes solo van a poder mejorar o paliar su situación mediante pensiones privadas o herencias".

"La única forma de corregir tu situación va a ser heredar, y creo que no somos conscientes hasta qué punto eso cada vez va a generar más desigualdad".

Molina ha destacado que, mientras la anterior generación "pudo consolidar patrimonio" y tener un piso en propiedad, esta generación no: "vive en alquiler durante mucho tiempo", por lo que incidía la periodista, "la desigualdad está aquí y de forma lacerante".

La analista volvía de esa manera a una idea que ya expuso Gonzalo Velasco en El Abierto hace solo unas semanas. Entonces, analizando el fracaso de las políticas de vivienda en España, Velasco advirtió sobre las maniobras de un nuevo "fascismo legalista" para aprovecharse de ese fracaso y previó el nacimiento de una nueva clase privilegiada: la de las familias propietarias.

Una edad de jubilación fijada en el siglo XIX

Joan Subirats ha intervenido para incidir en "el gran cambio que se está produciendo en las trayectorias vitales de las personas". El exministro, ha señalado que el aumento continuado de la esperanza de vida durante las últimas décadas ha puesto sobre la mesa un cambio en las estructuras económicas y sociales de los países.

El catedrático, que ha puesto de relieve que la edad de jubilación se fijó en los 65 años en 1889 en la Prusia de Bismarck, ha planteado que es momento de contemplar si "la jubilación puede ser parcial, si puede haber contratos de mentoría entre personas mayores y jóvenes, si empezamos a cambiar la lógica por la que un día uno trabaja al 100 % y al día siguiente pasa al 0 %, lo que genera muchísimos problemas".

Los colaboradores de Hoy por Hoy creen que hay grandes problemas relacionados con la temporalidad laboral, las pensiones y la productividad, a los que durante muchísimos años se les han puesto parches, pero no se ha pensado en la manera de cambiar el sistema, por lo que estos problemas se convierten cada vez en más grandes.