Héctor de Miguel, sobre dar la cara frente al acoso de Abogados Cristianos: "Me obsesiona que un joven se muerda la lengua por lo que me ha pasado a mí"

Durante su participación como Gatopardo en El Faro, en la SER, el humorista Héctor de Miguel abordó con franqueza el debate sobre los límites del humor y la creciente presión judicial que enfrentan los cómicos en España. Tras haber sido denunciado por la asociación ultraconservadora Abogados Cristianos por unas declaraciones satíricas en su programa Hora Veintipico, De Miguel ha sido recientemente absuelto por la Audiencia Provincial de Madrid.

"Claro que hay que autocensurarse. Esto no es barra libre. El humor tiene unos límites, y esos límites son el Código Penal", afirmó, dejando claro que la libertad de expresión no implica impunidad, pero tampoco debe estar sujeta a presiones ideológicas.

El humorista también mostró su admiración por su compañero Ignatius Farray: "Todo lo que diga Ignatius sobre este tema, yo lo firmo debajo. Él lo tiene mucho más pensado y analizado que yo".

La denuncia de Abogados Cristianos se originó tras unas declaraciones en las que De Miguel ironizaba sobre el Valle de los Caídos, diciendo que habría que "llenarlo de dinamita" y usar las piedras "para tirárselas a los curas que se hayan follado a algún niño, o sea, a todos".

Aunque el juez instructor consideró estas palabras como un posible delito de odio, la Audiencia finalmente archivó la causa, reconociendo el carácter humorístico y satírico del comentario. A pesar del sobreseimiento, De Miguel confesó sentirse marcado por el proceso:

"Tengo 48 palos, estoy ya un poco de vuelta, me puede dar igual todo, pero que haya una sola persona joven que vea lo que me ha pasado a mí y que, por eso, se muerda la lengua y no diga un día algo parecido a una blasfemia porque le pueden denunciar... eso sí que no".

En cuanto a su labor como entrevistador en Hora Veintipico, De Miguel explicó que, aunque han entrevistado a políticos de distintos partidos, hay límites éticos que no está dispuesto a cruzar: "Hemos entrevistado a Pedro Sánchez, a Borja Sémper... pero no puedo hacer lo que hace Pablo Motos de llevar a Abascal y jugar con muñecos. Es un partido legal, sí, pero defiende cosas que no lo son".

Con estas palabras, Héctor de Miguel no solo defiende su derecho a la sátira, sino que lanza una advertencia sobre el clima de autocensura que puede instalarse si se judicializa el humor.