Pixar explora la soledad infantil en la irregular aventura espacial de 'Elio'

Madrid

El legado de Pixar ha dejado ya varios títulos que se han convertido en imprescindibles del cine de animación. Hace treinta años, la compañía presentaba a Woody y a Buzz Lightyear con una primera película, Toy Story, que la catapultó "hasta el infinito y más allá", suponiendo un éxito en la industria. Desde entonces, historias como Del revés, Cars, Los increíbles o Buscando a Nemo han dejado huella en la cultura popular por su capacidad de conectar con emociones profundas y con sentimientos universales que interpelan a públicos de todas las edades. Las más recientes Luca, Lightyear y Elemental han intentado seguir esta estela, aunque para muchos Pixar ya no es lo que era.

La nueva película de la compañía, Elio, se centra en la vida de un niño de once años que tras la trágica muerte de sus padres debe vivir junto a su tía Olga, una militar de las Fuerzas Aéreas encargada de la basura espacial. El pequeño protagonista vive aislado, no tiene apenas amigos y siente que no encaja en el círculo que le rodea. Para poder sobrellevar su día a día se obsesiona con los extraterrestres y se refugia en el deseo de viajar al espacio.

Domee Shi, codirectora del largo y autora de otros títulos como el cortometraje Bao y la película Red, explica que el personaje de Elio es un reflejo de muchas infancias. "Creo que muchos niños se sienten más solos que nunca después de la pandemia y Elio pasa por algo parecido al inicio del largo. No es capaz de hacer conexiones sociales y tiene miedo a ser excluido y a su propia vulnerabilidad. Nuestra esperanza es que la gente que vea la película se abra con todos los que tienen a su alrededor. Queremos que la gente elija la Tierra y no pierdan la esperanza con este planeta aunque muchos días se den por vencidos ", relata.

De este modo, la compañía vuelve a poner el foco en la esperanza y en generar empatía con los espectadores para intentar cosechar un éxito, comentan, parecido al de Del Revés 2, que se convirtió en la película más vista de 2024. Shi defiende que esta historia conectado con un sentimiento universal de ansiedad y, por eso, "también aprovecha temáticas emocionales como la soledad y el deseo de conexión para que el público se identifique con la historia".

Con la situación vital de Elio como punto de partida y la inexperiencia de su tía, a la que en la versión original le pone voz Zoe Saldaña, el largometraje se adentra en las ambiciosas aspiraciones del protagonista. Sueña con escapar de su entorno y conocer a los extraterrestres. Esto parece algo imposible, pero una noche Elio es teletransportado por una nave alienígena al Comuniverso, una organización interplanetaria que reúne a representantes de las distintas galaxias. Aquí es confundido como el líder de la Tierra y debe enfrentarse a una peligrosa misión para formar parte de este peculiar congreso galáctico.

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Elio encuentra motivación en un lugar donde siente que puede ser él mismo y se hace amigo de Gordon, el hijo del antagonista (o villano muy al estilo Marvel), provocando una gran evolución personal. "Siempre queremos que los personajes cambien de alguna manera porque creemos que es uno de los aspectos que dan un final más satisfactorio a una película. Ha sido muy bonito dejar de ver al Elio asocial y pesimista para encontrarnos a un niño que consigue ver su alrededor de manera distinta", apunta la otra directora de la película, Madeline Sharafian.

Más allá de lo emotivo y los temas centrales del guion, el equipo quería que la película fuese "una declaración de amor a la ciencia ficción". Mary Alice Drumm, productora, tuvo claro nada más empezar la película que "había que proponer un desafío creativo y mostrar un espacio nunca visto". Pixar ya había hecho dos películas de ciencia ficción, WALL-E y Lightyear y, por ello, querían innovar en el diseño. "Empezamos a buscar criaturas y microorganismos de las profundidades marinas para ser cálidos y asombrar al espectador. Nuestro diseñador, Harley Jessup, que también dio vida a los impresionantes mundos de Ratatouille y Coco, buscó elementos más orgánicos como la bioluminiscencia", narra.

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La producción no ha estado exenta de traspiés para la compañía. Aunque en la película figuran como responsables las citadas Madeline Sharafian y Domee Shi, también lo hace Adrián Molina, el director de Coco que empezó este proyecto y luego lo abandonó. Según Pixar, para encargarse de otros títulos, entre ellos, la segunda parte de la historia mexicana. Según un reportaje de Hollywood Reporter, el director salió del proyecto por diferentes creativas tras el primer corte y visionado de una historia que los ejecutivos han cambiado completamente. A eso suma también la salida de America Ferrara, la actriz que se anunció interpretaría a la madre de Elio, y la denuncia de algunos trabajadores de que creativos de Pixar descartaron numerosas escenas para evitar cualquier rastro queer en el personaje. Por ejemplo, en una de ellas Elio recogía basura de la playa ante su preocupación por el medio ambiente y se confeccionaba una camiseta sin mangas. Estas referencias y otras, como los póster de su habitación, fueron borradas en pos de una aventura espacial con espíritu de películas de superhéroes y capa.

A la espera de ver la acogida de la película en la taquilla española, los primeros datos evidencian un despegue fallido para lo nuevo de la compañía de animación a nivel internacional. Lo que si está claro es que Elio es una película donde la soledad infantil y el sentimiento de pertenencia viajan al espacio en un nuevo intento de Pixar para volver a conectar, también emocionalmente, con sus espectadores.