Hoy por HoyLa mirada
Opinión

Desprenderse de los matojos secos y respirar

Concebid el pensamiento del agua, de una cascada espesa y cantarina que oponer al cerco del desánimo. No anticipéis cenizas, porque nada está escrito y nada es irresistible

Maruja Torres: "Desprenderse de los matojos secos y respirar"

Madrid

Esta es mi última Mirada del curso. Disfruto ya de Asturias y pienso todo el rato en humedad, en árboles cuidados y en orbayu. Pienso el agua. Veo verdes bien saciados donde quiera que mire. Es un alivio para mis pulmones, un descanso para mi piel agrietada y un paraíso entre los secarrales del arboricidio que produce en Madrid el Ayuntahorrores con su cemento armado.

Nunca agradeceré lo bastante poderme permitir este paréntesis y tener las amistades que lo hacen posible. Aquí, sin el agobio de la mala leche en el centro reinante, puedo reflexionar con serenidad. Pensar el agua. Quiere decir que imagino un navegar por dentro surcando lagos claros, depósitos de fertilidad que aparezcan para salvarme cuando se acerque demasiado la hoguera del cainismo inducido, de la aporofobia rabiosa, del odio al diferente. La zarza del fanatismo ardiendo rápida.

Confiar en la metáfora del agua interior como argumento moral es para mí, ahora, aferrarme a lo que me puede proteger de los incendios fascistales, de las llamas que pretenden carbonizar hasta las más pequeñas parcelas de humanidad que mantenemos. Pensar el agua es acotar dentro de nosotros riachuelos apacibles y parques frondosos, desprendernos de los matojos secos. Respirar.

Hacedme caso. Concebid el pensamiento del agua, de una cascada espesa y cantarina que oponer al cerco del desánimo. No anticipéis cenizas, porque nada está escrito y nada es irresistible. Os deseo un feliz verano, de esos de los que se regresa con nuevas fuerzas y con nuevas fuentes.

Maruja Torres

María Dolores Torres Manzanera (Barcelona, 16...