El limonero que inspiró uno de los versos más famosos de Machado sigue vivo en esta calle de Sevilla
'La Historia en Ruta' recorre uno de los escenarios presentes en la literatura de Machado, que todavía puede visitarse
Imagen de archivo de Antonio Machado / MUSEO PATIO HERRERIANO
En un nuevo episodio dedicado a Antonio Machado, el equipo de La Historia en Ruta narra la vida del poeta desde sus inicios. Un viaje a través de las vivencias de este autor de la generación del 98, en el que no podía faltar una pequeña parada en el limonero, que inspiró uno de sus más conocidos poemas.
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El limonero que inspiró uno de los versos más famosos de Machado sigue vivo en esta calle de Sevilla
"Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, y un huerto claro donde madura el limonero; mi juventud, veinte años en tierras de Castilla; mi historia, algunos casos que recordar no quiero", recoge Machado en Campos de Castilla.
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Unos versos que hablan por sí solos de dónde creció el autor, aunque a muchos les sorprenderá descubrir que ese limonero todavía puede visitarse.
Antonio Machado nació hace 150 años, a las 4:00 horas de un 26 de julio, en Sevilla, concretamente en el Palacio de las Dueñas. La propiedad pertenecía a los Duques de Alba, una familia que, por aquel entonces, alquilaba las estancias de la propiedad por un módico precio a personas de confianza.
Entre las familias que allí se alojaban, se encontraba la de Machado. Así pues, la infancia del poeta puede imaginarse entre pasillos, patios y jardines, uno de ellos con un limonero que, para el artista, fue mucho más que un árbol.
Y es que el limonero es para el escritor una metáfora y un recuerdo de su niñez. Un elemento muy presente en su literatura, que demuestra la profunda huella que dejó en Machado el hogar de su infancia. Además, al igual que el nombre del autor perdura en la memoria y en la historia, su limonero permanece incólume al paso del tiempo, en un patio del número nueve de la calle Dueñas.
"En cuanto entras en el patio, casi es lo primero que te encuentras. Desde luego, te da un pinchazo en el estómago diciendo: 'este es el limonero que inspiró a Machado y que se le quedó grabado'", explica Esther Sánchez, quien pudo visitar este mágico lugar.
Un limonero que encierra dentro un gran valor cultural y sobre el que nada se puede añadir a las palabras del autor: "¡Gloria de los huertos, árbol limonero, que enciendes los frutos de pálido oro, y alumbras del negro cipresal austero las quietas plegarias erguidas en coro".
