La profesionalidad de Gracie Abrams y el estallido de Muse, lo mejor de un Mad Cool que arrancó con problemas de sonido

Fue una incorporación de última hora, pero Muse ha salvado esta jornada inaugural del Mad Cool, el festival de música de Madrid, que este año ha tenido un comienzo algo accidentado, con varios apagones y problemas de sonido en los escenarios de Gracie Abrams y de Iggy Pop. Sin embargo, la banda británica, de Matt Bellamy ha vivido mejor suerte. Su fichaje llegó para sustituir a Kings of Leon, que causó baja por un problema de salud de su cantante, por lo que, de alguna manera, salva por segunda vez al festival.

El concierto de los británicos ha sonado a la perfección, y la banda ha desplegado su característico show donde las luces, el fuego y las cintas de colores acompañas los falsetes del cantante y los riff de guitarra. El setlist dejó fuera algunos temas queridos por lo seguidores, aún así dejó claro que tienen grandes himnos del rock progresivo de los 2000, dejando fuera las canciones de su primer disco, publicado en 1999, Showbiz. Aunque las baladas bajaban el ritmo, sí funcionaron muy bien los emblemas del grupo como Plug in baby, Time is running out, Madness y Knights of Cydonia, para terminar con Starlight en un repertorio que ha ido in crescendo hasta un vibrante final. Por cierto, que Muse deja claro que tienen futuro, pues empezaba el espectáculo con una nueva canción, que estará en su nuevo disco, Unravelling.

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Desde hace varias ediciones, el Mad Cool, al igual que el resto de festivales como el Cruïlla en Barcelona o el BBK Live en Bilbao, intentan cuadrar un equilibrio que aúna grandes nombres del pop y el rock independiente de las últimas décadas, sumado a estrellas emergentes que atraen a un público más joven. De esa manera, el festival abre a nuevos mercados la venta de entradas. De ahí que haya una mezcla de géneros, estilos y edades entre artistas y groupies. Por un lado, teníamos a Muse, cabeza de cartel de este jueves, y un nombre solvente que congrega a varias generaciones de fans y a distintos tipos de publico.

Por otro, estaba Iggy Pop todo un veterano que atraía a aficionados más veteranos. A diferencia de Muse, el emblema del punk sí ha sufrido los problemas técnicos que, según la organización, se ha debido a las altas temperaturas que han afectado temporalmente a los equipos de los dos escenarios principales.

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Con veinte minutos de retraso y tras dos intentos, salía por fin al escenario el icono del punk, en plena forma y saltando y moviendo las caderas a los 78 años. The Passenger Lust for life, popularizada por Trainspotting, I wanna be your dog o Real Wild Child (Wild One) han ido sonando sin perder el magnetismo sobre el escenario y siempre arropado por la banda (trompetas, guitarras, batería…). Sin camiseta, como siempre, y gritándo al público, 'Parecéis putos muertos'.

Peor suerte ha tenido Gracie Abrams, nueva artista del momento, que ha resuelto con profesionalidad, buena cara y mejor ánimo el apagón a mitad de concierto a eso de las 20:50 horas. Veinte minutos el escenario apagado, sin sonido y aguantando el sol de cara. La cantante ha sonreído, ha cogido la guitarra y ha conseguido que las fans corearan algunas de sus canciones, mientras se hacía fotos y bajaba de la pasarela para agradecer el buen temple de los asistentes más jóvenes. Como regalo ha cantado sin el sonido, us., su colaboración con Taylor Swift, artista de la que bebe y con la que fue telonera. Se trata de una canción fuera del setlist que ha interpretado por petición del público.

Hija del productor y guionista JJ Abrams, e imagen de Chanel, no pudo tocar todos los temas que tenía preparados, pero sí finalizar en lo más alto con Close to You. Antes del percance, demostró que tiene una de las voces más bonitas del pop actual, que toca el piano y que quizá su show no era el más idóneo para tocar en el caluroso inicio de jornada de un festival como el Mad Cool. Definitivamente este caluroso y atropellado concierto en Madrid ha consagrado a esta joven prometedora como una de las estrellas del pop que más dará que hablar en los próximos años.

La noche terminaba con mucho indie, con la banda Weezer, tirando de nostalgia, haciendo que olvidáramos el inicio accidentado de una nueva edición de un festival que tiene por delante dos jornadas en las que volveremos a ver artistas de renombre como Alanis Morrisette, junto con nuevos nombres como Benson Boone, Olivia Rodrigo.