Un maestro horchatero prueba varias horchatas de supermercado y dice cuál es la mejor: solo aprueba una

La horchata es una de las bebidas más emblemáticas del verano en España. Refrescante, dulce y con raíces profundamente valencianas, su popularidad ha llevado a que se comercialice en múltiples formatos industriales. Pero, ¿sabemos realmente distinguir una buena horchata de una mediocre?

Para responder a esta pregunta, el programa Código de Barras de Cadena SER organizó una cata con José Manuel García, maestro horchatero y propietario del histórico Kiosco de Narváez en Madrid. Seis horchatas de supermercado, en formato Tetra Brik y botella, fueron puestas a prueba por su sabor, textura, olor y color.

Una cata sin concesiones

Desde el primer sorbo, José Manuel fue contundente: "Esto lo considero, que me perdonen las casas proveedoras, un agua manchada". La principal crítica fue que casi todas las horchatas tenían muy poca cantidad de chufa, que es el ingrediente clave para que una horchata tenga buen sabor. "Muchas marcas intentan disimular esa falta añadiendo canela, pero eso cambia completamente el sabor original", explicó José Manuel.

De las seis horchatas probadas, solo dos lograron "pasar el corte", aunque con notas discretas. La gran vencedora fue la Horchata de Chufa Carrefour Original, en botella de un litro, con un precio de 2,5 céntimos por litro. Contiene un 9% de chufa, además de agua, azúcar, emulgentes, estabilizantes y aroma. "No parece muy natural, pero al menos se deja beber", concluyó el experto.

Las demás muestras fueron suspendidas con notas entre el 1 y el 2,5 sobre 5. "Muy dulces, con sabor rancio o áspero, y sin el cuerpo que da la chufa de verdad", fueron algunas de las valoraciones más repetidas.

La horchata de verdad

José Manuel también explicó cómo se elabora una horchata artesanal de calidad: "Nosotros usamos un 35% de chufa, sin aditivos. La horchata natural dura como mucho dos o tres días, debe mantenerse a menos de 2 grados y no puede estar más de una hora fuera del frío porque el calor es su enemigo número uno".

La conclusión fue clara: aunque algunas horchatas industriales pueden “dar el pego” para quienes no conocen la versión tradicional, la diferencia con la artesanal es abismal. “Cuando tiene cuerpo, la horchata deja un sabor agradable que todavía degustas minutos después. Con estas, prefieres no sacar el sabor”, sentenció el maestro horchatero.