Fito Paéz explica por qué su madre, que murió cuando él tenía un año, fue clave para que él se dedicase a la música
"Más allá del cadáver de mi madre enterrado en el cementerio de la Piedad en Rosario, había otra energía"
Fito Paéz explica por qué su madre, que murió cuando él tenía un año, fue clave para que él se dedicase a la música
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En Clave de Rhodes, Fito Páez compartió una una de las confesiones más profundas de su vida artística: la influencia de su madre, fallecida cuando él tenía apenas un año, en su vocación musical. "Ese niño no se fue de allí, ese piano con 12 años era tu mamá", le preguntó Rhodes evocando el vínculo emocional que lo unía a ella a través del instrumento.
Aunque no tuvo recuerdos conscientes de su madre, pianista de formación, Páez explicó que la música se convirtió en una forma de contacto con ella, una especie de canal invisible que le permitía sentir su presencia. "Encontré en la música una conexión directa con ella", confesó. "Más allá del cadáver de mi madre enterrado en el cementerio de la Piedad en Rosario, había otra energía, una invención de un niño que necesitaba a su madre".
La música como refugio emocional
Fito Páez describió la música como un espacio que lo alejaba de la realidad, una forma de escape, pero también de reconstrucción emocional. "La música te pone en un lugar afuera de la realidad, dejás el mundo real y entrás en otro", explicó. Esa dimensión alternativa, más allá del dolor, fue el lugar donde encontró sentido y consuelo.
A lo largo de la entrevista, el artista reflexionó sobre cómo, incluso sin recuerdos tangibles, la ausencia de su madre se convirtió en una presencia constante en su vida. "No sé si llegué a tener un Edipo, pero sí una conexión muy fuerte con ella, y la tengo al día de hoy", dijo con honestidad.
La historia de Fito Páez es también la historia de cómo el arte puede surgir del vacío, del duelo, de la necesidad de reconstruir lo perdido. Su testimonio no solo revela el origen íntimo de su pasión por la música, sino también la capacidad del ser humano para convertir el dolor en belleza.
