La dignidad es lo primero

Barcelona

La dignidad de las personas está antes y por encima de todo lo demás. Este es el principio básico de la convivencia social que hoy está saltando por los aires en España. La política debería se run instrumento para preservar esa cualidad que nos hace diferentes a las bestias. La política va de políticas, de actuaciones para mejorar nuestra vida y de reforzar las instituciones que las hacen posibles.

Nunca la política debería asaltar la privacidad de la persona, ni siquiera de la persona del rival. Eso significa respetar la vida íntima, no atacar a la familia, no meterse con sus creencias morales y religiosas privadas. Solo puede haber una excepción, y muy controlada, cuando todo eso tiene una consecuencia o traducción política directa. Cuando estos asuntos afectan severamente a la actuación política, cuando hay complicidades comprobadas con familiares involucrados sólidamente en actuaciones delictivas, o cuando las creencias se transforman en actos criminales.

Ya vale de convertir la escena pública en desfiles de acusaciones sin pruebas, de descalificaciones morales gravísimas a la mujer, al hermano, al suegro, a quien convenga en cada momento. La política va de proponer ideas y construir alternativas. No de destruir a la persona que es tu contrincante. Por culpa de algunos personajes públicos, estamos a punto de perdernos el respeto entre todos. Y eso no nos conduciría a una sociedad mejor. No se trata de hacer discursos con moralina. Basta con respetar la dignidad del otro. Cuidado.