Así es la cirugía robótica que está revolucionando la forma de operar
Expertos y pacientes demandan que esta tecnología se incluya en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud para evitar desequilibrios entre territorios

Desde la visión inmersiva a un filtro antitemblor, así es la cirugía robótica para la que médicos y pacientes piden un acceso equitativo
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Una consola, un carro del paciente y una torre de visión son las tres piezas que componen el sistema robótico Da Vinci. La coordinación de todas ellas da lugar a una cirugía de precisión milimétrica, con amplias garantías en la reducción de complicaciones y en la rápida recuperación del paciente. Para conocer el robot quirúrgico, visitamos la sede de Abex Excelencia Robótica, la compañía que se encarga de su distribución y comercialización en España.
Allí nos espera su director de comunicación, Jesús García, que nos muestra y explica su funcionamiento in situ: "El cirujano se sienta en la consola, que es desde donde opera al paciente usando los mandos y los pedales. Estos movimientos se transfieren al carro del paciente cuyos brazos mecánicos los reproducen". Además, cuando se traslada el movimiento de la consola a los 4 brazos, lo hace con un "filtrado de temblores".
Con respecto a los brazos, uno de ellos porta el endoscopio, "un instrumento en forma de tubo con una cámara de vídeo". El resto trabaja con los instrumentos de agarre, de corte y de grapado necesarios en la intervención y que controla todo el equipo quirúrgico gracias a la pantalla auxiliar de la torre de visión. "Es importante destacar que el cirujano tiene una visión 3D inmersiva, sin necesidad de gafas, tan solo apoyando la cabeza en la consola. La sensación es como si estuviera dentro de la cavidad del paciente que está operando gracias a que la imagen está ampliada por diez", explica Jesús García.
Altas en menos de 24 horas
"Para hacernos una idea, ayer operé tres prostatectomías radicales robóticas y hoy se están yendo a casa, en menos de 24 horas", indica el doctor Alberto Breda, jefe de la Unidad de Urología Oncológica de la Fundació Puigvert (Barcelona). Reconoce que en un principio había reticencias en el gremio sobre el uso de la cirugía robótica, pero "la evidencia científica y los enormes beneficios tanto para el cirujano como para el paciente han desterrado los temores": "La gente se está animando cada vez más en la aplicación y en la formación de esta técnica. La recuperación es mucho más rápida, el dolor del postoperatorio es mucho menor y apenas hay incisión".
Además, el Dr. Breda fue el primero en realizar un trasplante renal robótico en España: "Se hace de una forma mínimamente invasiva con tres agujeritos. Los pacientes en dos días están perfectos".
La cirugía robótica se está extendiendo entre todas las especialidades, aunque destaca su implantación en la urología, especialmente en las intervenciones de próstata, en la ginecología y en la cirugía torácica. Santiago Gómez es paciente de cáncer de próstata y asegura estar "muy satisfecho" tras haber sido intervenido con el Da Vinci: "Estuve solamente dos días en el hospital y, por ejemplo, la sonda vesical la tienes muy poco tiempo en comparación con otra cirugía".
También es el vicepresidente primero de la Asociación de Cáncer de Próstata y asegura que la mayoría de peticiones que reciben de diagnosticados de la enfermedad, y que se enfrentan a un abordaje quirúrgico, "es saber dónde pueden operarse con cirugía robótica". Argumenta que desde el colectivo informan y hacen pedagogía sobre esta tecnología para infundir confianza y seguridad.
Implantación desigual de la cirugía robótica
El Senado acogió el mes pasado la jornada "Desafíos y oportunidades en la cirugía robótica en España" para consolidar esta técnica y homogeneizar su uso en todo el territorio. En ella participaron un centenar de profesionales, de representantes de sociedades científicas, de pacientes, responsables políticos y gestores autonómicos.
La secretaria general de la Sociedad Española de Cirugía Torácica, María Rodríguez, reclamó un plan nacional con criterios comunes y más programas formativos. Actualmente, existen más de 170 robots quirúrgicos instalados en los hospitales españoles, pero el 60% lo concentra la sanidad privada. Cataluña y Madrid condensa la mayoría de estos sistemas, mientras que Castilla La Mancha no tiene ninguno. Por ello, los profesionales reclaman que, en base a los beneficios para la salud pública, se planifique la incorporación de la cirugía robótica para evitar desequilibrios entre autonomías y que esta tecnología pase a formar parte de la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud.




